Cómo impacta el aislamiento en la salud mental de las personas
El psiquiatra Juan Pablo Rendo habló de los miedos que enfrenta el personal que trabaja en el hospital Ramón Carrillo de Bariloche y dio algunas recomendaciones para tratar de sobrellevar la cuarentena obligatoria.
El psiquiatra Juan Pablo Rendo es el director del servicio de Salud Mental del hospital Ramón Carrillo de Bariloche. Está a cargo de un equipo de casi 40 personas entre las que hay psiquiatras, psicólogos, terapistas ocupacionales. Atienden por estos días, por un lado, las demandas del personal de salud, que se enfrenta todos los días con el coronavirus y, por el otro, las consultas de personas de la ciudad.
“Cuando uno está un poco enroscado o envuelto en la ansiedad que genera la incertidumbre, que genera el aislamiento, recordar siempre que en algún momento va a ir aflojando, va a ir parando”, sugirió Rendo en una entrevista con RÍO NEGRO.
Planteó que en países donde se vivieron situaciones extremas, los datos oficiales muestran que cada día aumentan los pacientes curados. “Recordar estos datos hace que tanto la espera como la cuarentena sea tolerable desde algún lado”, opinó.
“La realidad es que todos estamos atravesados por el temor, incluso, todos los que trabajamos en el hospital algún temor tenemos”, aseveró Rendo. “En el personal de salud, el miedo es mal consejero”, aseguró.
Por esa razón desde el servicio de Salud Mental se hizo un dispositivo para soporte y para el manejo de la angustia y de los cuadros de ansiedad que pueden presentarse en el personal de salud. “Necesitamos cuidarnos primero a nosotros, sino es imposible manejar el resto”, enfatizó.
El miedo
“La receta para el miedo es escuchar de dónde viene”, analizó. “Te diría que, en la gran cantidad de los casos, viene de la incertidumbre, del miedo al contagio”, agregó.
“Uno de los mayores miedos es llegar a casa y contagiar a nuestros hijos, parejas, a nuestros seres queridos”, admitió. Por eso, añadió, “manejamos todas las pautas médicas e infectológicas”.
Respecto a las consultas que reciben en estos días, Rendo respondió que las emergencias por guardia “se han mantenido bastante estables e incluso han disminuido un poco”. Sostuvo que algunas personas toleran muchas cosas para no tener que ir a la guardia, a consultar a alguien, por el miedo al posible contagio.
“Se ha visto un aumento significativo de los cuadros, sobre todo, de ansiedad, cuadros depresivos no han aumentado tanto, pero los cuadros ansiosos y de consumo de sustancias vienen liderando”, aseguró.
“Y, obviamente, que desde el servicio se está prestando contención a quienes ya han resultado positivos en el estudio de COVID-19 y eso ha generado una diversificación de lo que es las consultas”, explicó.
Dijo que la mayoría de los pacientes que está atendiendo hoy es de entre 30 y 50 años. “Creo que tiene que ver con la población laboral activa”, agregó. Entre esos casos se suma mucho la incertidumbre y el miedo en lo económico. “Hay mucho factor cruzado. Muchos son sostén de chicos, de sus padres; es la población que puede sentir más peso en la espalda y donde la incertidumbre con más dificultad golpea”, comentó.
Objetivo claro
“Uno tiene que tener bien en claro por qué está haciendo esto, qué finalidad tiene y las cosas se hacen más tolerables y recordar que el aislamiento es físico, pero no tiene que ser un aislamiento social, vincular”, enfatizó el psiquiatra.
“Creo que una de las cuestiones más problemáticas de esto es para quien está solo atravesando la cuarentena con la angustia y el malestar que pueda generar esa situación”, aseguró.
Sugirió, a partir de la experiencia de estos días, que lo “más importante tiene que ver con esto de no aislarse, si uno empieza a sentir angustia, ansiedad, transmitirle a quienes a uno lo rodean, que necesitamos contención y no tiene que ser exclusivamente profesional”. “Puedo transmitirle a un ser querido cómo me estoy sintiendo y eso va a traer alivio”.
La información
“Otra gran recomendación es no ver noticias todo el día, realmente, genera cuadros de desesperación terrible porque es información complicada que quizá está a más de 20 mil kilómetros de distancia y que yo no puedo hacer nada”, aseveró.
“Lo necesario en ese sentido es ponerse límites en lo que es información y, sobre todas las cosas, saber qué está pasando en tu ciudad, eso es lo importante”, aclaró.
Pidió tratar de alguna forma de informarse de medios reconocidos, oficiales certificando la información, “que no sean rumores que te llegan al WhatsApp”.
“Por otro lado, tratar de disminuir un poco el grado de información que uno maneja si no es realmente imposible no sentir ansiedad y, por otro lado, tener la sensación de que se viene una catástrofe”, enfatizó.
Recomendó ponerse un horario. “Me voy a informar de 9 a 10 y después veo películas, me trato de entretener con series, trato de hacer otras cosas. Esa es una de las pautas fundamentales”.
Rutinas cumplibles
“Otra de las cosas que me parecen que ayudan muchísimo es armarse una rutina cumplible eso es fundamental”, puntualizó Rendo.
“Hoy, veo a muchos que están haciendo malabares con tareas escolares, con tratar de hacer ejercicios físicos, tratando de aprender algo nuevo, de mantener activos a los hijos”, observó.
“Hay que tratar de ser un poco más gentil con uno mismo y entender que no se puede hacer todo, que no se puede mantener la rutina como que nada suceda, que no somos profesores ni maestros que no podemos reemplazar ese rol”, aclaró.
“Tratar de esta forma de ponerse horarios quizás que ordenan el sueño, que ordenan el día, la alimentación, pero de nada sirve si yo termino a las 22 haciendo tareas con los chicos haciendo malabares. Ser tolerante con uno mismo y hacer hasta donde uno pueda”, sostuvo.
Rendo opinó que este es un momento para aprovecharlo en darse cuenta “cuando uno está mal, angustiado, conectarse con sus propios sentimientos y transmitirlos, hacer las cosas que a uno le gustan, no todo lo que me recomiendan”.
Insistió con la idea de ser tolerante con uno mismo, “hacer hasta donde uno pueda y entender que está viviendo una situación que ya es difícil de por sí, no sumémosle presión a la olla”.
Chicos
Rendo advirtió que los chicos “son extremadamente inteligentes. Hoy perciben muchísimo lo que está pasando”.
Por eso, sugirió “transmitirle a ellos tranquilidad; la idea de que esto en algún momento va a terminar, que hay que hacer un esfuerzo, y permitirle que se diviertan”. “No ocultar las cosas, pero transmitirle tranquilidad”, remató.
“Ser un poco más flexibles con los chicos en este momento que también, al igual que nosotros, están sufriendo y cargan un poco más el grado de incertidumbre”, afirmó.
“Permitirles hablar con sus compañeros de colegio, con su familia, participar de las actividades que uno hace en la casa”, comentó.
“Lo más importante es cómo estamos nosotros para poder contener a nuestros hijos y poder ayudar”, aseguró. Dijo que las mismas recomendaciones en cuanto a horarios y rutinas “se aplican” para los niños.
Grupo de riesgo
Rendo recordó que las personas incluidas en el grupo de adultos mayores es una población de mayor riesgo. “En mi profesión hay dos grupos de riesgo importante: los adolescentes y los adultos mayores”, informó.
“Es necesaria la contención con nuestros adultos mayores, el tener paciencia con todo lo que son los elementos de comunicación que tenemos hoy, el preguntar y que sepan que uno está ahí para escuchar, el tener paciencia frente a la ansiedad y la angustia que pueda repercutir en ellos, porque además tienen el estrés extra de lo que implica ser personas en riesgo”, describió Rendo.
El psiquiatra Juan Pablo Rendo es el director del servicio de Salud Mental del hospital Ramón Carrillo de Bariloche. Está a cargo de un equipo de casi 40 personas entre las que hay psiquiatras, psicólogos, terapistas ocupacionales. Atienden por estos días, por un lado, las demandas del personal de salud, que se enfrenta todos los días con el coronavirus y, por el otro, las consultas de personas de la ciudad.
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