Comienzan a liberar productos importados “premium”
Importadores advierten que la apertura es una solución a corto plazo y que puede afectar el superávit fiscal.
El gobierno nacional comenzó una tibia flexibilización de importaciones. Pero apunta sólo a productos alimenticios del nivel “premium”. Así, empiezan a verse en las góndolas fideos italianos, aderezos norteamericanos, jamón crudo español, quesos franceses, cervezas belga y alemana y enlatados israelíes… Todo en buena cantidad y, naturalmente, a precios altos. Como no están dentro del congelamiento de precios, los productos generan ganancias limpias para los súper, hacen notar desde el gobierno. El gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores (CIRA), Miguel Ponce, recibió la novedad con reservas. Celebró el ingreso al país de estos alimentos, pero reclamó que la apertura “no sólo se quede” en este rubro sino que continúe en “una dirección correcta”. Ponce consideró que “lo que está perjudicando y haciendo que se analice mal lo que ocurre en el campo del comercio exterior es obviamente el déficit energético” que, resaltó, “en enero subió arriba del 75 por ciento” del total de las importaciones del país, impulsado por el ingreso de combustibles. Sostuvo que debe haber un índice de importaciones “desenergizado” porque el “déficit energético” está “perjudicando y haciendo que se analice mal lo que ocurre en el campo del comercio exterior”. “En enero subió arriba del 75 por ciento. Todo el superávit del año pasado, casi los 12 mil millones de dólares que tuvo la balanza comercial argentina, fueron destinados a importación de energía”, señaló. Ponce manifestó que “para evitar estas distorsiones, que se diga que la importación está creciendo y no se tomen las medidas adecuadas de agilización, es necesario separar en el análisis el peso que tiene el déficit de la balanza. No llegamos al 12 por ciento en la importación de productos terminados y bienes de consumo”. Si bien no hubo una normativa al respecto, se está llevando a cabo una liberación “a cuentagotas”, en cumplimiento de lo expresado días atrás por la presidenta Cristina Fernández, en el sentido de contener aumentos de precios en determinados productos con importaciones selectivas. No obstante, desde el Banco Ciudad se advirtió sobre los riesgos de la “frazada corta”, ya que un incremento de las importaciones que no se acompañe con un aumento similar de las exportaciones se reflejará en un deterioro aún mayor de la balanza comercial, en una etapa de escasez de dólares comerciales y caída de reservas. (DyN y Ámbito)
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