El juez del escándalo en el híper no se presentó y logró postergar la audiencia
Piedrabuena, juez de Garantías de Neuquén, fue detenido con su mujer tras protagonizar un incidente en un supermercado. Foto: Captura de video.
Después de dos horas y media de discusión y de numerosos intentos por todas las vías posibles, el juez Diego Piedrabuena logró postergar la audiencia en la cual iba a ser acusado por los incidentes que protagonizó en un hipermercado de Neuquén. Piedrabuena además evitó la foto, ya que no se presentó y la formulación de cargos no pudo realizarse.
La imputación no llegó a conocerse, pero sería por «atentado contra la autoridad por funcionario público, resistencia o desobediencia a un funcionario público».
Lo que sucedió hoy potencia el escándalo en el que está sumergido el Poder Judicial de Neuquén, justo en la previa a que se conozca la sentencia del Jurado de Enjuiciamiento contra el fiscal Santiago Terán por mal desempeño.
A través de sus tres abogados defensores, dos propios y una abogada de su esposa, Piedrabuena recurrió a la estrategia de victimizarse: denunció que le quieren quitar independencia porque es el juez del caso Fuentealba II.
Presentó una batería de argumentos de toda naturaleza con el objetivo de suspender la audiencia. Sin embargo la jueza Patricia Lupica Cristo no le hizo lugar a ninguno de ellos, y la audiencia que empezó pasadas las 14.30 se extendió hasta las 17 cuando por fin uno de los intentos logró su objetivo.
La magistrada no tuvo más remedio que suspender la audiencia porque el abogado Francisco Oneto, quien llevó la voz cantante de la defensa, la recusó. Sin decir si aceptaba o no el planteo, Lupica Cristo indicó que se expedirá por escrito.
A esa altura del debate, la fiscalía ya había advertido que pediría la declaración de rebeldía y captura de Piedrabuena por no presentarse.
En la audiencia vía Zoom sí estuvo presente la esposa del juez, que también está acusada por los incidentes ocurridos en un hipermercado de Neuquén. La mujer dijo que a través de su abogada pedirá la recusación del fiscal.
En su afán por enredar el trámite, Oneto introdujo hasta cuestiones personales al mencionar al padre del fiscal Maximiliano Breide Obeid. También lo acusó de agraviarlo, cosa que no sucedió. En cambio, el abogado conocido por su falta de perspectiva de género, estuvo al borde del maltrato hacia la jueza Lupica Cristo quien condujo con mano firme una audiencia que las partes estuvieron a punto de sacar de su cauce varias veces.
En cuanto a la denuncia de que atacan a Piedrabuena porque es el juez del caso Fuentealba II, ni siquiera mereció respuesta del fiscal y los querellantes que también intervienen en ese expediente.
Piedrabuena, a través de su defensa, intentó primero desconocer la competencia de Lupica Cristo para conducir la audiencia. Es la décima magistrada designada, antes que ella hubo nueve jueces y juezas que se excusaron por «violencia moral».
Luego invocó que por sus fueros debe ser destituido antes de ser sometido a proceso.
Ambos planteos fueron rechazados, pero de todos modos los abogados insistieron en pedir la suspensión con otros argumentos.
También se negaron a que estén presentes los abogados querellantes, que representan al personal que presuntamente fue lesionado por el juez durante los incidentes.
«Acá tiene que subir al ring uno solo», dijo Oneto, utilizando terminología similar a la que empleó el fiscal Santiago Terán en una de las entrevistas que le valió el jury.
Luego, Oneto, Fabián Flores y Soledad Pérez de León argumentaron que no tuvieron tiempo de estudiar el legajo para ejercer una defensa eficaz. Sólo la abogada de la esposa del juez consiguió una prórroga hasta el lunes. Flores tuvo dificultades para explicar cómo es posible que le haya faltado tiempo ya que le pasaron copia de todo el legajo desde el primer día.
Como último recurso, Oneto recusó a la jueza. Dijo que tenía sospechas sobre su imparcialidad, y logró el objetivo que buscaba: la suspensión de la audiencia.
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