¿Qué evaluamos cuando evaluamos la educación?
En la columna de Nicolás Suárez Colman, “UNC: de la inversión educativa al gasto”, del 16/8/18, dice: “(…) es fundamental observar los números, en primer término, porque nos otorgan un esquema real del estado presupuestario y en segundo lugar nos va a permitir entender cuál es la calidad de la inversión pública en materia de educación universitaria…”
Pero por lo visto no ha observado bien los números, ya que toma solamente los “alumnos regulares”, no el total de estudiantes. “Más de 17.000 estudiantes forman la comunidad universitaria de Neuquén”, “31.600 los estudiantes” (1); números que dan un resultado muy diferente a la relación alumnos por docentes (2).
Cómo se evalúa la educación se debería analizar con todos los sectores y actores que intervienen en el diseño y ejecución de las acciones gubernamentales. La evaluación debe ser un componente fundamental de toda política pública democrática.
Así como no se puede comparar el costo de producción de un artículo compuesto por tecnología de avanzada con otro más simple, el costo por alumno de una carrera que necesita laboratorios, ensayos, salidas de campo, prácticas, difiere mucho de otra que sólo necesita aulas, docentes y libros. ¿Se toma en cuenta eso al evaluar costos alumno/docente?
En este sentido, resulta sorprendente la levedad con que se propagan acciones de evaluación de los sistemas o de las instituciones escolares y cómo éstas presentan sus resultados como la exposición incuestionable de un funcionamiento comparable, inclusive, a escala internacional… Se sostiene, con razón, que las universidades constituyen instituciones fundamentales para promover el desarrollo de las naciones. Siendo así, se establecen un conjunto de variables que definen la calidad de los ámbitos académicos y, en función de estas, se jerarquizan las instituciones universitarias por orden decreciente de calidad. El Ranking Académico de las Universidades del Mundo (ARWU) establece que los indicadores de una buena universidad deberían ser: “El número de alumnos y profesores que han ganado premios Nobel y medallas Fields, el número de investigadores altamente citados, el número de artículos publicados en las revistas ‘Nature’ y ‘Science’, el número de artículos indexados en el Science Citation Index-Expanded (SCIE) y en el Social Sciences Citation Index (SSCI) y el rendimiento per cápita respecto al tamaño de la institución”.
La afirmación de ciertas variables no sólo limita enormemente el espacio de la clasificación, sino que parece desconocer las especificidades nacionales e internacionales en el desarrollo científico, reduciendo los indicadores elegidos a un conjunto de aspectos que cualquier universidad en buena parte del planeta no estaría en condiciones de cumplir. (…) La utilización de citaciones académicas en inglés desprecia la producción científica de una parte significativa del mundo cuyos investigadores no escriben en esta lengua (…) las “tablas de clasificación” universitarias se establecen sobre un modelo de universidad que relega el aporte que realizan las universidades al desarrollo nacional y su capacidad para establecer más y mejor justicia social. (…) Toda evaluación presume establecer parámetros de comparación. Pero sabemos que no todo es comparable ni, mucho menos, clasificable. Discutir qué se evalúa no es un detalle menor cuando se analiza una política pública.
Supongo que hacer una tabla de clasificación del aporte que las universidades realizan a la promoción de más y mejores oportunidades educativas para los más pobres sería tan simplificador e intrascendente como el que realiza el CWCU de Shangai. Sin embargo, si lo hiciéramos, es de suponer que la lista sería muy diferente a las que habitualmente circulan cuando se discute cómo deben ser nuestras universidades y qué modelo universitario debemos aspirar a construir. (Extractado de Pablo Gentili, “América Latina, entre la desigualdad y la esperanza”).
(1) https://www.rionegro.com. ar/neuquen/mas-de-17-000-estudiantes-forman-la-comunidad-universitaria-de-neuquen-HB4704832
(2) http://www.uncoma.edu. ar/
* No docente, vinculación tecnológica, UNC.
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