Arturo Amadeo Llanos, gobernador electo de Río Negro

HÉCTOR JORGE COLÁS (*)

La proscripción del peronismo se extendió desde 1955 hasta 1973. Durante 18 años los gobiernos no permitieron que esa fuerza política participara en las elecciones convocadas. Solamente el 18 de marzo de 1962, y representando al Partido Blanco, fue elegido gobernador de Río Negro el dirigente justicialista de General Roca Arturo Llanos. Horas después de los comicios el entonces presidente Arturo Frondizi anuló los comicios. A 50 años de ese lamentable suceso cívico sería un acto de plena justicia reconocer a Arturo Llanos simbólicamente como “gobernador electo” de la provincia de Río Negro y también a los legisladores provinciales y nacionales que en esa jornada resultaron favorecidos por el voto popular. Al mismo tiempo es preciso incorporar en la galería de primeros mandatarios de la Casa de Gobierno en Viedma la fotografía del fallecido dirigente peronista. Ayer se cumplieron 50 años de las elecciones convocadas en 1962 para elegir gobernadores y legisladores en 14 provincias argentinas. El ministro del Interior del entonces presidente Arturo Frondizi (1958-1962), Alfredo Roque Vítolo, según encuestas, había pronosticado un rotundo triunfo del partido gobernante, la Unión Cívica Radical Intransigente. El justicialismo, que permanecía proscripto, presentaba sus candidatos a través de diferentes siglas que respetaban la prohibición de mencionar las palabras “peronista” o “justicialista” en sus boletas y campañas proselitistas. Se postulaban en la Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires con el nombre de Unión Popular. En Córdoba, La Pampa, Chaco, Jujuy y Tucumán se llamó Partido Laborista. En Mendoza, Santiago del Estero y Entre Ríos se presentó como Tres Banderas. En Neuquén, como Movimiento Popular Neuquino, y en Misiones, Chubut y Santa Cruz, las boletas llevaban como rótulo Partido Populista. En Río Negro los peronistas adoptaron el nombre de Partido Blanco y postularon como candidato a gobernador al escribano de General Roca Arturo Llanos, nacido en Santa Fe pero radicado desde niño en el Alto Valle. Los peronistas camuflados en improvisados sellos partidarios demostraron que las mayorías populares mantenían vivo el sentimiento y los principios doctrinarios que su líder Juan Perón y su inolvidable compañera Evita habían postulado y aplicado en su gestión de gobierno. Llanos se impuso rotundamente: obtuvo 26.163 votos sobre los candidatos radicales Pablo Fermín Oreja (Unión Cívica Radical Intransigente, UCRI), que captó 18.625 sufragios; José Enrique Gadano (Unión Cívica Radical del Pueblo, UCRP), que sumó 15.673, y Roberto De Rege ,de la Democracia Cristiana, que obtuvo 3.555. Con estos resultados, por el Partido Blanco fueron electos legisladores Oscar Genesio, Pedro Schwarz, Mario Barrionuevo, Jacinto Ibáñez, José Yunes, Alfredo Pérez Linares, José Pisanú, Orlando González, Elías Domingo e Ítalo Staniscia. Por la UCRI fueron consagrados Héctor Izco, Dante Agüero, Osvaldo Lapuente, Carlos Ruiz, Ismael Basse y Elías Chucair. En representación de la UCRP lo hicieron Alberto Rionegro, Esteban Campitelli, Dante Sartor, Ángel Robledo y Carlos Raggio. Por la Democracia Cristiana fue consagrado Oscar Antonio Abbate. También en esa fecha fueron elegidos diputados nacionales por el Partido Blanco Abel Andrés Castro y César Obregón por la Unión Cívica Radical Intransigente, que derrotaron a los candidatos de la UCRP Julio Raúl Rajneri, al de la Democracia Cristiana Oscar Abbate y a José Terán Frías, del Partido Demócrata de Río Negro. En las municipales el Partido Blanco triunfó en 24 localidades, la UCRI ganó en ocho municipios y la UCRP y la Democracia Cristiana obtuvieron una representación comunal cada uno. Luego de acatar y cumplir silenciosamente la orden de los militares de anular las elecciones, las Fuerzas Armadas prescindieron de Frondizi. El 29 de marzo fue arrestado en Olivos y trasladado a la isla Martín García. El rionegrino José María Guido asumió la primera magistratura del país. A través de un decreto dictó el Estatuto de los Partidos Políticos, que excluyó al peronismo para las elecciones convocadas para febrero de 1963. En Río Negro quedó como interventor federal Francisco Muñoz, dirigente radical de San Antonio Oeste que estuvo a cargo del gobierno desde el 19 de marzo hasta el 30 de mayo de 1962. Llanos, como gobernador electo, se presentó el 1º de mayo de 1962, a las 10, en la Casa de Gobierno para hacerse cargo de sus funciones. El único interlocutor que tuvo el legítimo ganador de las elecciones de la provincia de Río Negro fue el oficial principal Edmundo Morán, vecino de Viedma y sobreviviente de ese inconstitucional episodio. El policía les informó al gobernador electo y a sus compañeros, Jorge Félix Frías y Dante Scatena, “que cumpliendo órdenes expresas no puede informar en absoluto quién está a cargo de la Gobernación y que está prohibida la entrada a la Casa de Gobierno, con excepción del personal administrativo”. Un acta firmada por el escribano René A. Aguirre señala que “Arturo Llanos, electo gobernador de Río Negro en los comicios del 18 de marzo de 1962 y a los fines de cumplir con las obligaciones que le impone la Constitución provincial, procederá a trasladarse con el suscripto y los testigos a su despacho de la Gobernación para hacerse cargo de sus funciones”. Se incluye en el documento una formal protesta y el derecho a las acciones judiciales pertinentes. Ésta es la conclusión de un despojo que realmente muchos rionegrinos desconocen. Es indudable que a 50 años de ese triste episodio sería un justo acto de revalorización del sistema democrático el dictado de una ley provincial de “reconocimiento simbólico” a los ganadores de las elecciones del 18 de marzo de 1962. Como una paradoja del destino, en la galería fotográfica de la Casa de Gobierno, en Viedma, figuran los ex gobernadores que llegaron a través del voto y también los que ejercieron esa función como representantes de las Fuerza Armadas, usurpando la soberanía popular. También calles, plazas y organismos de esta capital y de distintas localidades de Río Negro recuerdan como próceres a los políticos que aprovechando la proscripción del justicialismo alcanzaron el gobierno provincial y fueron funcionales a los militares. Colaboraron con los que negaban la libre participación de todos los partidos políticos en la vida institucional del país. (*) Periodista. Viedma

Las anuladas elecciones del 18 de marzo de 1962


HÉCTOR JORGE COLÁS (*)

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