Colectivos y subsidio: un botón de muestra
Un paro en el Ministerio de Obras y Servicios Públicos provocó esta semana un trastorno enorme en Roca y Bariloche justo cuando el gobernador Alberto Weretilneck estaba en Estados Unidos en un viaje que, de tan sigiloso, no tuvo difusión oficial. Durante más de 24 horas ambas ciudades se quedaron sin colectivos por una medida de fuerza de los choferes en respuesta a la falta de pago de salarios: la Provincia no había liquidado los subsidios que envía Nación porque la persona que aprieta el botón de las transferencias estaba en huelga.
El intendente de Bariloche, Gustavo Gennuso, cargó contra el sindicato de los choferes (“sabían que les iban a pagar”), pero no contra la empresa, que debería tener espaldas anchas para financiar un día de atraso.
En cambio, Martín Soria no habló del asunto, tal vez porque en Roca el colectivo no es un servicio tan masivo como en Bariloche o porque su cabeza estaba en el armado final de la versión rionegrina del Frente para la Victoria, con la incorporación oficial de RIO, la fuerza que creó Magdalena Odarda.
Con todo, el paro de los choferes de colectivos actuó como una muestra de lo que podría pasar cuando Nación cierre el caño que envía subsidios al transporte de pasajeros para las ciudades del interior. La fecha es 1 de enero, pero recién un mes más tarde se podrían ver las consecuencias. Las provincias y los municipios de todo el país buscan esquemas para que los servicios no colapsen ni los boletos se encarezcan más de lo que ya se encarecieron.
Gira mágica y misteriosa
¿Qué hizo el gobernador en Estados Unidos? Dice que se entrevistó con los tenedores de bonos; se lo vio en fotos reunido con directivos de una entidad de lobby empresario de multinacionales con presencia en el Cono Sur, el Consejo de las Américas, y visitó una escuela para líderes políticos de la universidad de Harvard.
Iba a volar desde Nueva York a Bariloche con escala en Buenos Aires para darle apoyo a su principal referente político nacional, el senador Miguel Pichetto, en su regreso a la política provincial de la mano del diputado nacional Sergio Massa, pero la excusa de un paro aeronáutico que se levantó frenó el lanzamiento.
Aunque el referente en Bariloche es el exministro Julio Arrieta, el peso lo tiene Ovidio Zúñiga, el jefe (sin cargo) del sindicato gastronómico. El tiempo borra heridas y la política permite superar cualquier diferencia: hace tres años el senador hizo todo lo posible para que Zúñiga fuera preso (de hecho, pasó un año y medio en la cárcel de Esquel) por la estafa con fondos federales en el policlínico Arbos.
En realidad, más que lealtades, aquí hay un asunto bien verticalista: la línea es Barrionuevo-Massa-Pichetto. El colmo habría sido que participara Rubén Belich del lanzamiento (no se sabe si iba a ser acto, conferencia de prensa o cena en un hotel del centro). El referente de la CGT rionegrina y jefe de los camioneros ya le prometió fidelidad a Soria, pero también se la debe a Zúñiga. Belich agradeció finalmente no tener que salir de Allen este fin de semana.
Justicia en la frontera
La semana terminó con Facundo Jones Huala condenado en Chile por el incendio de una vivienda en 2013. Por esta acusación, fue detenido hace un año y medio entre El Bolsón y Bariloche. La condena, que se conocerá el viernes que viene, tendrá una pena mínima de cinco años. Si se le computa el tiempo que pasó en la cárcel de Esquel (entre 2017 y 2018, pero también en el 2016, antes del juicio de extradición que terminó anulado por irregularidades en su detención), es probable que los días de Jones Huala en la cárcel estén cerca de su fin.
En Argentina ni las fuerzas de seguridad ni la Justicia lograron probar ni una de las imputaciones del gobierno nacional contra Jones Huala y la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), cuyos ataques a propiedades de la cordillera (desde refugios de montaña a maquinaria vial) fueron reivindicados por el barilochense que acaba de ser condenado del otro lado de la frontera.
Por un paro en el área de Transporte, los subsidios no llegaron a las empresas, que a su vez dejaron de pagar salarios. Los choferes fueron a la huelga en Roca y Bariloche.
Weretilneck estuvo en Estados Unidos y no hubo ni una línea de información oficial. Se vio con los grupos de inversión que son tenedores de los bonos del Plan Castello.
Panorama de río negro
Datos
- Por un paro en el área de Transporte, los subsidios no llegaron a las empresas, que a su vez dejaron de pagar salarios. Los choferes fueron a la huelga en Roca y Bariloche.
- Weretilneck estuvo en Estados Unidos y no hubo ni una línea de información oficial. Se vio con los grupos de inversión que son tenedores de los bonos del Plan Castello.
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