Cocho López no entiende por que no vuelve el automovilismo

El encargado de Relaciones Institucionales de la Asociación Corredores Turismo Carrera (ACTC), Osvaldo Cocho López, comentó los motivos por el cuál «comienzan los entrenamientos en el fútbol y no en el automovilismo», que cuenta «con todos los protocolos de seguridad» para prevenir los contagios de coronavirus.

Después de la reunión que se realizó entre el Ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, y Hugo Mazzacane, el presidente de la ACTC, el automovilismo tomó impulso con el objetivo de reiniciar sus actividades pronto y provocó una importante expectativa en el ambiente.

Después de esa reunión, Cocho López tuvo un encuentro con el vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Santilli, a fin de conversar acerca de la habilitación de las pruebas en el autódromo Oscar y Juan Gálvez en un futuro.

«Fui como representante de la ACTC y Santilli me comentó que tenemos disposinible el autódromo de Buenos Aires, el cual está a disposición para organizar una prueba cuando se habilite la actividad, y lo está a todas las demás categorías», señaló López.

El excampeón de TC2000, Club Argentino de Pilotos (CAP) y Fórmula 2 Nacional, manifestó que habló con «Hugo Paoletti, presidente del TN, y con el ACA para informarle acerca del tema».

«Lo que me llama la atención es que conozcan poco de automovilismo, porque es un deporte de riesgo y los dirigentes de todas las categorías priman la vida, la seguridad, la salud», enfatizó el expiloto.

«Nosotros sabemos muy bien cuáles son los protocolos», advirtió sobre cómo se desarrollan las actividades en el ámbito motor, y para los que no «saben de automovilismo» la ACTC, el ACA y todas la federaciones del país tienen gente especializada que pueden asesorar a cualquier directivo o funcionario que lo necesite», remarcó.

Para el experimentado expiloto «es muy importante que la gente que está en el deporte y en salud se asesore» porque » los equipos y su personal entiende cómo movilizarse y cuidarse».

«Los mecánicos se trasladan de un taller cerrado, de cualquier punto de Argentina, con un motorhome y transitan las calles, las avenidas y las rutas, sin tener ningún contacto; como mucho podrían detenerse en una estación de servicio, y el chofer a través de la ventanilla, y sin bajarse, abonará el combustible», sostuvo.

«Llegan a un autódromo, que se distribuye entre 50 y 100 hectáreas, o 170 como tiene Buenos Aires, unas 400 personas que cuentan con protocolos de seguridad desde que nacieron en este deporte, porque cada mecánico trabaja con fluidos inflamables, como el combustible y gases tóxicos», afirmó López.

Comentó que «ruega y pide» que «realmente consideren que existen más de 30.000 pymes, con miles de familias que dependen del automovilismo deportivo y que representan al deporte más federal de nuestro país».