Fruticultura en Río Negro y Neuquén: aumentan los daños por el cambio climático

Los efectos se aceleraron y desorientan a los productores. Hay más fruta asoleada y deforme. Las explicaciones desde la Facultad de Ciencias Agrarias.

Todos los procesos ligados al cambio climático se aceleraron y golpean a la producción regional: heladas y granizo fuera de la época habitual, frutas asoleadas, estrés hídrico, maduración temprana, falta de tamaño, color… y la lista de daños continúa.

Las voces de los expertos en el comportamiento del clima coinciden: tendremos un mundo más cálido y diferente en las próximas décadas.

Advierten que es necesario aplicar cambios en los sistemas de producción de alimentos.
Los chacareros se muestran desorientados. “Antes leíamos bien el clima pero ahora estamos perdidos”, dicen.

En la región, el impacto del cambio climático en la actividad agropecuaria es tema de investigación en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad del Comahue.

Desde allí apuntan a profundizar en las herramientas de diagnóstico ante la aparición más frecuente de eventos extraordinarios que dañan a la producción.


Los cambios en el clima que observan en la Facultad de Agrarias



La cátedra Climatología Agrícola -a cargo de los profesores Juan Carlos Forquera y Agustín Gonzalez- viene realizando un extenso seguimiento de las variables meteorológicas.
Sus estudios se apoyan en los datos que obtienen de la estación meteorológica que funciona desde hace 50 años en la facultad de Cinco Saltos y también de los que registran las 9 estaciones del Servicio Meteorológico Nacional en la región.

Unas peras deshidratadas por efecto de la helada negra del 31
de octubre del año pasado (Foto: Facultad de Agrarias, UNco)


Los que siguen son los cambios observados:

Lluvias: en los últimos 10 años hubo concentración de máximos en abril- mayo y octubre, con una tendencia del valor anual negativa, desde 230 mm a 180 mm en el año 2022.

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Temperatura: la media anual se ha mantenido entre 14,1°C y 14,6°C; marcando una constancia media de 14,4°C. Respecto de la temperatura de enero, la tendencia es negativa de 23,4°C a 22,6°C, con máximos de 23,8 y mínimos de 21,4°C. Mayo muestra tendencia negativa de 10°C a 8,5°C y particularmente en los últimos tres años de 10°C a 7°. Junio de 7,5°C a 6°C. Tendencias positivas, abril, febrero y noviembre.

Los daños en la fruticultura se incrementan por los eventos extraordinarios. Las características permanentes del clima se están modificando (Foto Andrés Maripe)

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Heladas tardías (agosto a noviembre): hay una tendencia a disminución con respecto al total anual, aunque no en intensidad y dispersión. A tal punto que desde la noche del 31 de octubre y hasta la madrugada del 1 de noviembre del 2022 se registró una helada prolongada con daños importantes en cultivos frutales y hortícolas. Fue extraordinariamente tardía y con muy baja humedad relativa en el aire, de las llamadas “negras”.

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– Estrés hídrico: en enero del 2023 se registraron dos períodos de calor muy fuertes. Del 3 al 9 de enero hubo 58 horas con registros de temperaturas del aire mayores a 30°C, equivalentes a 2,5 días de los 7 días. El 40 por ciento del tiempo los cultivos estuvieron bajo estrés hídrico. Lo mismo ocurrió del 18 al 24 de enero del 2023 con 24 horas continuas de temperaturas mayores a 30°C, equivalente al 30% del tiempo en estrés hídrico (quemado de frutos, disminución de la fotosíntesis con frutos más pequeños al final de cosecha y diversos desórdenes fisiológicos en cosecha, con impacto en plagas)

La estación meteorológica de la Facultad de Ciencias Agrarias funciona desde hace 50 años, dentro de la sede en Cinco Saltos. Sus datos y registros son claves para los estudios comparados sobre el comportamiento del clima en la región. Se puede conocer el informe meteorológico del día ingresando a la página de la facultad: facaweb.uncoma.edu.ar

Los cambios en el clima, comparados con 40 años atrás


Inviernos cálidos
Cambió la amplitud térmica entre el período de horas de luz y horas de oscuridad en las 24 horas del día.
Disminución del número de heladas tardías; agosto a diciembre y también, aunque en menor medida el número de heladas anuales

Incremento del desarrollo de heladas “negras”.
Incrementos de radiación ultravioleta y grados días en primavera. Incrementos de vientos constantes, desecantes aún nocturnos.
✔ Aumento de períodos y días con condiciones de estrés hídrico.
Fenómenos de lluvias intensas y copiosas, tanto en otoño como en primavera. Con mucha alternancia en los valores anuales


Las heladas «negras» y sus graves daños


A diferencia de las heladas blancas, las negras son secas, sin humedad y no forman escarcha.

Son cada vez más frecuentes y muy peligrosas por los daños que provocan.

La helada «negra» del 31 de octubre del 2022 quemó casi toda la uva. La del 18 de febrero fue extraordinaria y atemporal, tras la entrada por el sudeste de un frente frío. La mínima fue de -0,4°C con tres horas de duración, suficiente para generar daños graves en hortalizas y frutas.


Cambios más rápidos y sin antecedentes en miles de años


* Por Juan Carlos Forquera

Los pronósticos del cambio climático global que realiza la Organización Meteorológica Mundial (OMM) tienen algunas décadas de historia.

En cuanto a los indicadores climáticos y su impacto en la actividad agropecuaria de la Argentina, ya en 1992 planteaban para la primera década del siglo XXI en Patagonia Norte aumentos de la temperatura media mensual de enero y julio, evapotranspiración real mensual y un período anual libre de heladas. Todo esto en un contexto de disminución de precipitaciones, con un panorama de seca más intenso que la aridez normal.

Esa previsión se fue cumpliendo en el transcurso del inicio del siglo, hasta llegar al sexto informe técnico a mediados del 2021 y completado en marzo de este año.
El nuevo reporte, producto del análisis de miles trabajos de investigación, determinó 45 regiones a nivel mundial con detalles del impacto del calentamiento global irreversible, puesto que 41 de ellas tienen tendencia positiva en temperatura.

Para la región que corresponde al sur de la Argentina, la apreciación de orden general es que los cambios observados son rápidos, cada vez más intensos y sin antecedentes en miles de años. Frecuentemente se rompen récords de temperaturas altas y bajas, la sequía va en aumento con alternancias de excesos en intensidad de precipitación no aprovechables y destructivas. El área que sufre seca aumentaría y habría efectos combinados de cálido-seca-viento incrementando los incendios. Es de esperar mayor pérdida en glaciares y disminución en los caudales de los ríos.

* Profesor de la cátedra de Climatología Agrícola, Facultad de Agrarias, UNco.


Chacareros desorientados con el cambio climático


“Antes podías leer bien el comportamiento del clima. Cuando venía el viento de un lado sabías que iba a llover. Si soplaba del otro tocaba frío. Hoy las cosas cambiaron. Estamos perdidos con las nuevas condiciones”.

Gustavo Villa es hijo de productores y tiene su chacra en Roca. «Aprendí a leer el clima de chico, pero ahora todo esta cambiado», dice. (Foto Andrés Maripe)


Quien habla es Gustavo Villa , un productor roquense de peras y manzanas. Eso contestó cuando Río Negro le preguntó cómo maneja su chacra con olas de calor, granizadas y heladas tardías.

“Estamos tirando mucha fruta asoleada”, dijo de entrada; y estimó en 25% las pérdidas por alta radiación y baja calidad.

Las plantas sufren. Se encuentran con sequías, sol más fuerte y altas temperaturas durante varios días seguidos»

Gustavo Villa, productor de Roca

Mencionó también otros daños: la falta de tamaño, color y la manzana con corazón acuoso (el centro muy maduro). “Nos va a generar problemas cuando vaya saliendo del frío porque se pudre rápido”, alertó.

Hijo de una familia de productores, Gustavo tiene 44 años. Trabaja con su padre y hermano. Manejan varias hectáreas que tienen riego por aspersión y mallas antigranizo.

Al hablar del comportamiento del clima menciona con modestia que “algo he aprendido de la naturaleza”, pero dice que ahora “todo está cambiado”.

“Las plantas están sufriendo bastante. Se encuentran con sequías, sol más fuerte y temperaturas elevadas varios días seguidos. Este verano hubo semanas enteras con temperaturas de 38° a 40° grados, es demasiado”, señaló.

También las tormentas son diferentes. “Las de granizo siempre se dieron a mediados de diciembre y hasta fines de enero. Hoy está cayendo piedra en octubre. No te la esperás. Van tres años seguidos que pasa eso”, dijo Villa.

Al referirse al excesivo calor explicó que le genera estrés a las plantas, hace que se asolé la fruta y deban tirarla por mala calidad.

Villa dijo que nunca vio que la presión de la pera Williams bajara tan rápido, como sucedió en esta temporada . “Eso nos hizo perder mucha fruta en planta, no alcanzamos a sacarla por el bajo calibre”.


«No refrescó ni de noche»



Cristian Palermo, productor de J.J. Gómez coincidió con que el asoleado afectó mucho y la fruta se adelantó por el excesivo calor en la primera semana de enero.

“Tuvimos problemas con la pera por falta de tamaño y la madurez venía más avanzada. Pasó mucho con la Williams”, sostuvo el chacarero.

Mencionó además la falta de lluvias. “Cuando llueve compensa el calor. El que tiene manzana tuvo problemas con el color. No lo tomó porque faltó clima fresco. No refrescó de noche, no bueno rocíos ni humedad. Se complica mucho para producir”.


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