Clausuraron 12 calefactores de una escuela de Neuquén: «Nos salvó la ventilación cruzada»

Miriam, la directora, manifestó que les da miedo pensar que estaban dando clases con tantas pérdidas, sobre todo, después de la explosión en Aguada San Roque.

Con 12 calefactores, la cocina y varios termotanques clausurados, en su mayoría por pérdidas de gas, en la escuela 328 de El Huecú sienten que los salvó un milagro. En realidad, la ventilación cruzada que se ordena por protocolo sanitario durante la pandemia. Sin calefacción en la mayoría del edificio y denunciando que la secundaria pasa por una situación similar, suspendieron las clases presenciales y virtuales para que les garanticen que pueden volver a las aulas sin temer por sus vidas.

Miriam Fuentes, la directora de la escuela, explicó a RÍO NEGRO que habían regresado a la presencialidad con tranquilidad porque a comienzos de mayo lograron que les controlen los artefactos que funcionan con gas. En ese momento les explicaron que la demora -el ciclo comenzó en marzo y el mantenimiento se debería realizar previamente- fue porque el Municipio no contaba con gasistas matriculados ni recibía fondos de Provincia para pagarle a uno privado.

Ya con los estudiantes en las aulas, notaron que los calefactores de una de las galerías prendían, pero no tenían presión. El gasista que fue a arreglarlos también descubrió pérdidas en el baño y la biblioteca, pero Miriam se sintió segura porque le afirmaron que las arreglaron.

Finalmente, la semana pasada, hubo una inspección de Hidrocarburos del Neuquén (Hidenesa), la empresa encargada del suministro de gas en esa zona. Los operarios clausuraron 12 calefactores, varios termotanques y la cocina de la escuela, en su mayoría por pérdidas de gas, pero también falta de rejillas u obstrucción de ventilación. La directora indicó que en el secundario la situación fue similar.

Con este panorama, siete de las 11 aulas no tenían calefacción y tampoco se podía preparar el refrigerio, por lo que se suspendió la presencialidad, pero el equipo docente decidió tampoco dar clases virtuales hasta que la escuela sea realmente segura.

«Después de lo que pasó en Aguada San Roque nos dio miedo porque estábamos con pérdidas. Con la pandemia ventilamos todo el tiempo y no se acumuló gas. Nos salvó esa ventilación«, resaltó Miriam.

La explosión de la escuela de Aguada San Roque ocurrió el 29 de junio. En el lugar murieron dos operarios, Nicolás Frances y Mariano Spinedi. Una semana después explotó otro calefactor en el aula de primer grado de la escuela 143 de Cutral Co, poco tiempo antes del ingreso de los estudiantes. El 12 de julio falleció la maestra Mónica Jara y el jueves, a un mes de este hecho, habrá un nuevo paro del sindicato docente ATEN para reclamar la renuncia de la ministra de Educación, Cristina Storioni, y el subsecretario de Obras Públicas, Roberto Deza.


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