Clausurarían el oleoducto trasandino

NEUQUEN (AN).- El oleoducto trasandino, a través del cual se exporta crudo de la cuenca neuquino a refinerías de Chile, podría ser clausurado en breve. Según una publicación conocida ayer, el cierre implicaría la pérdida de 12 por ciento de las regalías que percibe la provincia.

El diario económico Infobae informó en su edición de ayer que el oleoducto trasandino, bautizado «Estenssoro-Pedrals», «quedaría en breve desactivado». Añadió que «con una producción local de crudo que desde 1998 acumula un retroceso de 24% el único contrato de exportación en pie con destino a la refinería de Concón corre por cuenta de Chevron San Jorge, la controlada de Chevron Corporation».

«Pero como ese oleoducto que fuera habilitado en 1995 no puede operar con un flujo menor a 5.000 metros cúbicos por día no quedaría otra salida que desactivar esa obra de infraestructura energética regional», dijo el matutino.

En la actualidad, «los líquidos que extrae Chevron San Jorge proceden básicamente de los bloques Río Negro Norte, Loma Negra y esencialmente del área Huantraico. Ese crudo de excelente calidad por su bajo contenido de azufre podría tener por destino las refinerías de Luján de Cuyo y La Plata, de Repsol YPF, que es la empresa que está negociando quedarse con esa producción de Chevron San Jorge», señaló Infobae.

Indicó además que la provincia de Neuquén «vería perder 12 por ciento de las regalías que percibe».

También afirmó que «con una participación de mercado en la venta de naftas y gasoil que superó en el año 2005 el 59 por ciento del total de la demanda interna, la empresa Repsol YPF dejaría de verse en figurillas para abastecer su red de 1.850 estaciones de servicio propias y de bandera por el retroceso de su competencia».

El oleoducto Trasandino fue construido en 1994 para transportar la producción de crudo desde Puest Hernández, en la Cuenca de Neuquén, hasta el puerto de Talcahuano en la costa del Pacífico, y suministrar casi el 50% de las necesidades de crudo de las refinerías de Chile.

Tiene una longitud de 424 kilómetros, y fue construido por Techint.

En 2001 Repsol vendió una participación del 36% que tenía en el oleoducto trasandino, dentro de su estrategia de reducción gradual de su nivel de endeudamiento, según se informó en ese entonces.