Ciro, el gladiador que nació en la nieve, con 1,350 kilos y en medio de la pandemia
En invierno, con el país aislado por la pandemia y embarazada de seis meses, Claudia salió hacia Roca en una ambulancia. Dio a luz en medio del camino, Hoy Ciro tiene 8 meses
Se derritió la nieve en Mencué. Pasó el invierno, la primavera, el verano se va y Claudia Cassamajou todavía no puede regresar a casa con su bebé. En una mañana de invierno, con el país aislado por la pandemia y embarazada de seis meses salió hacia General Roca en una ambulancia. Dio a luz en medio del camino y durante cuatro meses, sola, sin su familia, estuvo en el hospital.
El 30 de Junio de 2020, el parto se le adelantó en el momento menos indicado. La Línea Sur rionegrina estaba cubierta de nieve por un temporal, habían caído 50 cm y los caminos permanecían bloqueados. Mencué salía en los medios nacionales por registrar la temperatura más baja del país con -23,5ºC. Ese día, por la madrugada, sintió un gran dolor que pensó que pasaría, pero por la mañana se hacía más fuerte. Fue a la salita del pueblo y se inició un operativo para trasladarla a Roca.
Ciro Gabriel Paredes Cassamajou, su bebé, nació en el camino, mientras el chofer de la ambulancia y el médico que la acompañaba, con palas, trataban de desencajar las ruedas que habían quedado bloqueadas por la nieve. El doctor y una enfermera debieron reanimarlo y cuando llegaron al hospital, el bebé con sus 1,350 kilos quedó internado en neonatología.
El papá de Ciro, Mario Paredes, estaba en Naupa Huen cuando nació el bebé. Esos días debió enfrentar muchos contratiempos para llegar a Roca y cuando lo hizo, no lo dejaban entrar por las medidas de la pandemia. En la ciudad se movió para conseguir trabajo y quedarse cerca de los suyos, mientras Ciro pasaba cuatro meses difíciles, de mejoras y recaídas.
“Tuvieron que hacerle una traqueotomía, y todavía está con eso. Está re grande ya, tiene 8 meses. Mi pareja vino y estamos juntos, consiguió trabajo de albañil acá. Cuando me dieron el alta alquilamos para quedarnos porque por su traqueo le tienen que hacer controles y en Mencué no hay hospital. Yo estoy dedicada a Ciro todo el día”, cuenta Claudia.
Ciro toma la mamadera cada tres horas, además como se empezó a mover y debe cuidarlo para que no se agarre la cánula de la traqueotomía. Relata que los médicos le dijeron que cuando cumpla un año, creen que se la podrán sacar. Ella espera y cuando mira para atrás no puede creer lo que pasaron y hasta desconoce quienes fueron.
A su familia pudo verla recién en enero. Su papá Juan Carlos, su mamá Yanina y su hermana Myryam, vinieron a pasar el año nuevo con ellos. Lo conocían por fotos y videos pero en esos días, estaban emocionados porque Ciro se trata rápido con todos y con sonrisas, se los compró rápidamente.
“Nos volvimos más fuerte. Pasamos tantas cosas, nuestro Ciro lucha día a día para vivir. Gracias a Dios es un bebé muy fuerte. Tengo 20 años, y pasé muchas cosas sola, la verdad es que no puedo creer lo que la peleamos”, concluye.
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