Demoraron a un hijo y al inquilino de la mujer que apareció asesinada

Los principales sospechosos de haber asesinado a una mujer de 87 años ayer por la madrugada en su casa del barrio Santa Clara, en Cipolletti, son uno de sus hijos, que vivía con ella, y un inquilino. Ambos quedaron demorados y se espera su declaración para tratar de determinar qué ocurrió.

Ambos hombres, de unos 60 y 40 años, permanecían alojados en la Comisaría Cuarta hasta que se defina qué participación tuvieron en el hecho.

Mientras la Fiscalía avanza con la investigación en la que se habría descartado el robo como móvil, mientras que familiares de la víctima sostuvieron ayer que “la casa estaba revuelta” y que “el ropero donde guardaba su dinero había sido desarmado por completo”.

La víctima, identificada por la Policía como Lucinda Carmen Gutiérrez (87), vivía con uno de sus hijos sobre calle Sargento Cabral 1.332 del barrio Santa Clara. En el mismo terreno le alquilaba una vivienda a un hombre oriundo de Villa Regina. Ambos son ahora los principales sospechosos del crimen ya que fueron quienes estuvieron con la mujer hasta que habría sido asesinada.

Juan Alberto Mori, el otro hijo de Lucinda, llegó ayer al lugar desconcertado. El hombre comentó que la mujer que estaba al cuidado de su madre lo llamó temprano por la mañana y le dijo que “la había encontrado tirada en su habitación”.

Mori relató que inmediatamente se subió a su auto y se dirigió hasta su casa.

“Estaba con mi hermano y en apariencia se trató de un robo”, contó ayer Mori afuera de la casa de su madre, mientras esperaba a que la Policía se acercara a confirmarle sus sospechas.

El hombre aseguró a “Río Negro” que “el ropero estaba todo destrozado” y que “este era el lugar donde su madre guardaba su dinero”. Además apuntó contra el inquilino como el principal sospechoso de haber asesinado a su madre.

“El inquilino puede ser uno de los causantes de la muerte de mi mamá”, deslizó ayer.

Abanico de hipótesis

Los investigadores no descartaban que la mujer pudo haber sido asesinada a golpes.

De todas maneras recién iba a poder confirmarse la causa de su muerte a través de la autopsia.

En un primer momento se deslizó la hipótesis de un robo, pero desde la Fiscalía se informó que éste no habría sido el móvil. También se supo que el hijo que quedó demorado y que vivía con la mujer estuvo bebiendo alcohol durante toda la noche junto al inquilino de su madre.

Las declaraciones de ambos será determinantes para saber si tuvieron alguna participación en el crimen o si hubo más personas involucradas.

Vecinos que se acercaron hasta el lugar contaron que la relación de la mujer con el hijo demorado, tenía altibajos y hasta hablaron de “maltrato”.

Además coincidieron en que ambos tendrían problemas con el alcohol.

“El inquilino puede ser uno de los causantes de la muerte de mi mamá. Y me dijeron que podría haber sido un robo, ya que el ropero donde guardaba su dinero estaba destrozado”,

indicó Juan Alberto Mori, uno de los hijos de Lucinda.