Según la autopsia, Cares murió asfixiado en la celda

CIPOLLETTI

CIPOLLETTI (AC).- Cristian Cares, de 18 años, murió por asfixia y del informe forense surge que perdió el conocimiento apenas sacó los pies del barrote trasversal del calabozo de la Subcomisaría 79ª de Cipolletti en el que había sido alojado por una contravención. Ayer se conoció que el chico murió por asfixia y eso reforzaría la presunción de que se trató de un suicidio. De todas formas, los peritos harán otros tres exámenes para completar el informe del médico que hizo la autopsia.

El criterio de la Fiscalía General del Poder Judicial ante este tipo de casos -que suman 11 en los últimos seis años (ver infografía)- es perseguir penalmente a las autoridades y efectivos de turno de la comisaría de que se trate por el deficiente cuidado de los presos. La defensora del pueblo, Nadina Díaz, también abordó el caso y pidió informes al jefe de Policía, Fabián Gatti.

La muerte de Cares puso el tema nuevamente en discusión. La figura de la “contravención” es la herramienta que utiliza la Policía para “sacar” de la vía pública a personas que podrían ocasionar disturbios. La aplican siempre que encuentran a jóvenes alcoholizados o bajo el efecto de estupefacientes. Argumentan que en los hospitales no reciben este tipo de casos y que tampoco existe un hogar nocturno u otra institución para alojarlos. Por eso terminan en los calabozos de las comisarías.

La madre y la tía de Cristian hablaron ayer a través del noticiero “Somos Valle” y acusaron a la Policía por la muerte del chico. Aseguraron que el adolescente “siempre era sospechoso” y que “se lo llevaban y lo golpeaban por nada”.

La fiscal del caso es Silvana García, quien mantiene como pauta de trabajo no adelantar informaciones a la prensa. Sin embargo, si la funcionaria respeta el criterio de la Fiscalía General el caso derivaría en imputaciones contra jefes y subalternos.

Hace menos de un mes Marcelo Álvarez, el jefe de los fiscales en Río Negro, dictaminó en la causa por el suicidio de Matías Nicolás Molina, de 17 años, en la Comisaría Tercera de Roca. Opinó en ese expediente que “cuando el Estado, a través de sus órganos competentes, priva de su libertad a algún ciudadano en el marco de un proceso penal tiene la ineludible obligación de garantizar su integridad física”. En su dictamen, Álvarez apoyó la posición de un fiscal de instrucción de Roca que acusó a cinco policías de la unidad por el delito de “homicidio culposo”, entre ellos al jefe y el subjefe de la comisaría.

Nadina Díaz también tomó “cartas en el asunto” El noticiero “Somos Valle” difundió ayer una abordó el caso y le requirió un informe al jefe de la Policía. La defensora del pueblo pidió conocer “si al momento de la aprehensión se dio intervención al cuerpo médico forense, en razón de la presunta intoxicación del joven con alcohol y estupefacientes, y si se inició actuación administrativa tendiente a investigar los hechos”.

Cristian fue arrestado a las 4 de la madrugada del miércoles por una contravención. Aparentemente había bebido alcohol en la vía publica con otros adolescentes. Estaba en una esquina del barrio Los Pinos y desde allí lo trasladaron la Subcomisaría 79° del barrio de las 1.200 Viviendas. Fue alojado en un calabozo individual. En la celda contigua había otros presos. Aparentemente el chico le pidió a los policías que lo llevaran al hospital porque le dolía una rodilla. La Policía consideró que su estado era de “alteración y agresividad” y resolvieron dejarlo demorado. A las 7:10, en la revisión de rutina, el personal lo encontró ahorcado con la manga de su pulóver.