Cinco hábitos que deberíamos mantener cuando pase la pandemia
La modificación de las rutinas por el aislamiento trajo varias costumbres sustentables que podrían causar un impacto más que positivo para el planeta. Repasamos algunas de las que tendríamos que mantener en la vuelta a la normalidad.
No es ninguna novedad que la pandemia y su consecuente cuarentena en todo el mundo ha generado modificaciones en las rutinas y los comportamientos de toda la población. Sin embargo, la naturaleza se ha encargado de dejar en claro el impacto positivo que estos cambios de hábito pueden tener: como pocas veces antes, la vida silvestre ha vuelto a recuperar terreno y el medio ambiente ha mostrado algunas mejoras en varios puntos importantes alrededor del globo.
Es ingenuo pensar que después de tanto maltrato el planeta pueda recuperarse en pocos meses, pero si es cierto que de mantener algunos de estos hábitos, podemos generar al menos un poco menos de daño.
Por eso, repasamos cinco de las costumbres que se adoptaron durante la cuarentena y que pueden causar un impacto positivo.
1 – Más bici, más caminata, menos combustible
El uso de la bicicleta y la costumbre de retomar las caminatas (en parte para recuperar esa sensación de libertad) son hábitos que no solo implican un beneficio para nuestra salud: también reduce el uso de combustible, y podemos asegurar que genera un cambio positivo para el planeta.
Y algo innegable: cada vez se disfruta más un pequeño paseo…
2 – Las compras planificadas, un ideal
Sabemos que hay gente que aprovecha las visitas al mercado para “pasear”; pero la gran mayoría -por suerte- acude a hacer su compra con planificación previa para no exponerse demasiado tiempo. Eso genera también que compremos lo necesario, y que no se genere un desperdicio de comida que muchas veces no tenemos en cuenta cuando vamos a comprar y traemos cosas de más. Solo una muestra: entre el 30% y 40% de lo que comprábamos podía terminar en la basura antes de la cuarentena.
3 – El consumo de carne, una excepción más que una regla
En líneas generales, los hábitos alimenticios durante el aislamiento marcaron que consumimos más alimentos secos, en parte porque duran más y porque ha sido más complicado conseguir carne. Huelga decir que los beneficios son múltiples, tanto para nuestra salud como para el planeta. Científicos aseguran que más de un 80% de las emisiones provienen del consumo de carne (y lo que implica su producción), y que de seguir con estas tendencias, la próxima gran pandemia podría venir de instalaciones como granjas industriales o mataderos.
En resumen: si bien no es necesario dejarla por completo, mientras menos carne se consuma, habrá menos problemas.
4 – Hay que evitar el consumo innecesario
Aquí hacemos referencia a todo tipo de consumo. En general, todo lo que hacemos lo hacemos de más. Y así comenzamos a formar parte de una cadena de gastos innecesarios, generación de residuos… No hace falta tanto todo el tiempo. Revisar nuestros consumos es un hábito que nos servirá a todos.
5 – La ciencia y su merecido protagonismo
Tantas veces menospreciada, la ciencia finalmente ha tomado el centro de la escena durante la pandemia.
Nos han alertado cientos de veces sobre peligros y hábitos que generarán problemas a futuro, y cientos de veces hemos ignorado esos avisos. El calentamiento global es uno de los tantos ejemplos al respecto.
Es entonces el momento de empezar a prestar mayor atención a estas señales enviadas por parte de los científicos. Se han cargado esta situación al hombro, y al tiempo que agradecemos sus aportes, nos debemos al menos una autocrítica: podríamos evitar problemas a futuro.
Seguramente haya más hábitos para mantener una vez que retomemos la normalidad. La actividad física, por ejemplo; o el hecho de tomar real valor de lo importante que es pasar tiempo con la gente querida. Pero, por el momento, entender que muchas de las costumbres que hemos tomado son beneficiosas para todos es un gran paso. A seguir así.
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