Sorprendentes niveles de nutrientes podrían poner en riesgo los lagos de la Patagonia
Un estudio del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue reveló concentraciones altísimas de nitrógeno y fósforo en los ecosistemas acuáticos. Qué implicancia tienen los resultados para la salud ambiental.
Los lagos de la Patagonia experimentan un crecimiento exponencial de algas en sus costas, lo que podría derivar en un serio problema ambiental para las próximas décadas. La causa respondería a que se han disparado las concentraciones de nutrientes en el agua.
El dato surgió de un estudio liderado por miembros del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medioambiente (INIBIOMA), dependientes del CONICET y la Universidad Nacional del Comahue (UNCo). La publicación se encuentra próxima a salir completa en la revista científica británica Inland Waters.
Según reveló la investigación, los niveles de algunos compuestos químicos —como el nitrógeno y el fósforo— se incrementaron hasta 7,4 veces en los últimos 30 años. Además, se encontraron diferencias en el tipo de nutrientes que generan las floraciones algales en la costa y el centro de los lagos patagónicos.
“Hoy por hoy no hay consecuencias peligrosas para el ambiente, pero con este estudio alertamos que si se sigue en esta trayectoria de aumento de los nutrientes, se empezarán a registrar problemáticas graves”, comentó a Diario RÍO NEGRO el primer autor del trabajo, Facundo Scordo. El doctor en geografía recientemente se asentó en los Estados Unidos para continuar con su carrera profesional, tras un breve paso por Bariloche.
Scordo reveló las implicancias de un crecimiento excesivo de algas en las zonas ribereñas. Entre ellas, mencionó un fuerte impacto para las actividades turísticas y recreativas. Además de las dificultades que podría acarrear para la potabilización del agua y su afectación directa a las comunidades que viven de estos cursos de agua.
“Se podría tener un impacto turístico por un lado. Pero más allá se pueden producir cambios en las condiciones ecológicas del lago. No se sabe cómo va a repercutir en la producción de los insectos, en los peces y, en última instancia, en complicaciones en el tratamiento del agua para consumo humano. Se desencadenan procesos preocupantes”, aseveró.
Este estudio analizó exclusivamente a siete lagos de la región andina de Río Negro y Chubut. Sin embargo, la tendencia de la proliferación de algas, como consecuencia de un incremento nutricional de las aguas, es un fenómeno de escala regional y global.
Cómo es la relación entre los nutrientes y las algas
Los nutrientes son cualquier elemento o compuesto químico necesario para el metabolismo de un ser vivo. En valores habituales permiten una balanceada proliferación de microorganismos en los cursos de agua. Sin embargo, el problema surge de su elevada concentración.
Para obtener datos sobre los niveles de nutrientes se recurrió a un método de medición por sensores, los cuales fueron ubicados en los lagos Gutiérrez, Mascardi, Guillelmo, Puelo, Steffen, laguna Huala Hué, y Las Mercedes. La selección de estos cursos se debió a un criterio de conveniencia logística.
Por otro lado, se realizaron experimentos para poder identificar las necesidades nutrimentales de las algas situadas en la costa y en la zona media/profunda de los lagos. Así se pudo corroborar que las floraciones de las orillas solo necesitan de un incremento de nitrógeno para favorecer su reproducción. En cambio, las algas de las zonas medias requieren de la presencia combinada de fósforo y de nitrógeno para prosperar.
“Tomamos agua del lago en botellas y le inyectamos nutrientes: fósforo, nitrógeno y la combinación de ambos. Cerramos esos recipientes y los dejamos 21 días en las zonas profundas y en las costas. Luego tomamos las muestras y analizamos las concentraciones de clorofila de igual manera que se hizo en las condiciones naturales”, dijo.
“Eso nos permitió ver que en el caso de la zona costera, la cantidad de biomasa en los recipientes era mayor al de las zonas profundas. Asimismo, vimos que las algas del centro requerían de fósforo y nitrógeno en conjunto para desarrollarse”, detalló Scordo.
Una hipótesis plantea que los diferentes requerimientos nutricionales entre los organismos de las orillas y la zona media de los lagos se debe a la existencia de un tipo distinto de algas. Sin embargo, restan estudios adicionales para complementar tal afirmación.
Cuáles son las causas del aumento del nitrógeno en las costas
El aumento de las concentraciones de nitrógeno en las riberas de estos cursos de agua responde a factores humanos y ambientales.
En el caso del lago Puelo, los investigadores creen que deriva del asentamiento de la población a la vera del río Azul, uno de sus principales afluentes. Principalmente, encontraría su origen en el “ineficiente” vertido de líquidos cloacales y desechos.
“El Puelo tiene una cuenca muy habitada. La cantidad de gente que vive hoy en día en el entramado de El Bolsón y El Hoyo ha superado por amplio margen la capacidad de la planta potabilizadora de la planta de líquidos. No tenemos datos exactos sobre un ineficiente vertido, pero hay varios estudios que lo anticipan”, mencionó Scordo.
Por otro lado, en el lago Steffen —ubicado en suelo rionegrino— las causas serían ambientales. En enero de 2022, el sector lindante fue blanco de los incendios forestales, por lo que se cree que las cenizas fueron las responsables de la subida de los valores nutricionales del agua.
Por otro lado, los científicos destacan una causa global producto del particulado de la contaminación. “Los lagos en general reciben lo que se conoce como deposición atmosférica de nitrógeno. Cuando encendemos un auto, un fuego o con los procesos industriales liberamos nitrógeno a la atmósfera. Ese nitrógeno se suele dirigir hacia los polos, pero como estamos cerca del Polo Sur hay una deposición mayor en la Patagonia”, concluyó.
Cuáles serán los próximos pasos del estudio
Los investigadores del Instituto INIBIOMA, que depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue intentarán profundizar los estudios sobre la “biodisponibilidad de las algas” de las zonas centrales y periféricas de los cursos de agua patagónicos. Es decir, buscarán determinar cómo están conformadas y cuáles son sus tipos con el fin de poder explicar el hecho de que unas requieran una combinación de fósforo y nitrógeno para desarrollarse y otras no.
“Una de las cuestiones pendientes es ver la composición de la comunidad de algas. Son distintas. Evidentemente tienen comportamientos diferentes. No se explica sino que en una caso solo con el agregado de nitrógeno sea suficiente para florecer, y en el otro no”, mencionó el doctor Facundo Scordo.
También intentarán incorporar al análisis aquellos lagos menos profundos y más próximos a la meseta. Hasta el momento el estudio solo contempló embalses de montaña.
Por otra parte, Scordo contempla avanzar en la colocación de sensores, con la idea de obtener datos sistemáticos del estado de los cursos de agua. Pero los altos costos hacen que su implementación sea limitada.
“El principal objetivo es tratar de poner la mayor cantidad de sensores en los lagos de la Patagonia para que tengamos un dato cada 10 minutos. De esa manera, sabremos exactamente qué ocasionó un cambio en la composición del agua”, destacó.
Actualmente los dispositivos instalados, de un valor superior a los mil dólares cada uno, fueron obtenidos por comodato por parte de una universidad de Estados Unidos, donde actualmente se desempeña Scordo.
Los remedios ocultos en la biodiversidad
Los lagos de la Patagonia experimentan un crecimiento exponencial de algas en sus costas, lo que podría derivar en un serio problema ambiental para las próximas décadas. La causa respondería a que se han disparado las concentraciones de nutrientes en el agua.
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