Se pondrá marcha un cambio para limitar a un sauce exótico que se volvió una plaga
El primer plan de manejo de mimbrera frágil se llevará a cabo en Junín de los Andes, Neuquén
El sauce mimbrera es originario de Europa y Asia y avanzó cerca de los ríos de Patagonia
Con fondos del Ministerio de Ciencia nacional, el plan será el resultado de la colaboración entre investigadores científicos, técnicos de las administraciones municipal, provincial y nacional, y miembros de la Asamblea Socioambiental de Junín de los Andes
Se lo conoce como mimbrera frágil o mimbre negro y es un sauce que fue introducido en el territorio actual de la Argentina.Es nativo de Europa y del oeste de Asia. Con el paso del tiempo, el sauce se convirtió en una plaga y generó diferentes problemas ambientales en la Patagonia.
Las poblaciones de ese sauce importado se expandieron con gran velocidad a lo largo de las riberas de los ríos. Para controlar su avance y aprovecharlo, en Junín de los Andes, en Neuquén, se pondrá en marcha el primer plan de manejo de esa especie exótica.
Contará con la coordinación de Miguel Pascual del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (IPEEC) del CCT Conicet –CENPAT y tendrá un subsidio del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.
Colaborarán investigadores científicos, técnicos de las administraciones municipal, provincial y nacional, y miembros de la Asamblea Socioambiental de Junín de los Andes.
El nombre científico del sauce es Salix fragilis. “El sauce es un problema histórico en la región, sobre todo en las cuencas del río Limay en las provincias de Río Negro y Neuquén, la cuenca del río Chubut superior y las cuencas pacíficas de Río Negro y Chubut”, explicóPascual. Las poblaciones del sauce lograron formar bosques densos en galería que dificultan la navegación y el acceso a los ríos y sus costas como lugares de esparcimiento y recreación.
“La densidad de sauce es tal que transforma el paisaje, los cauces y las riberas de los ríos, con la consecuente reconfiguración comunitaria y ecosistémica para la flora y fauna nativa, a lo que se suma un gran consumo de agua por evapotranspiración en un contexto de cambio climático”, añadió.
En la década de los setenta, casi no había sauces exóticos cerca de los ríos patagónicos. “El cambio ha ocurrido en cámara lenta para gran parte de la sociedad que percibe a los sauces como algo natural”, señaló el investigador. Con respecto al plan para Junín de los Andes, afirmó que “ es muy importante a escala ambiental y social porque convergen líneas de trabajo referidas al cambio climático y a la conservación de cuencas.
Tras un análisis técnico se concluyó que el sauce exótico podría ser aprovechado como leña, postes, varillas y otros beneficios como el reparo y la sombra.
El científico Pascual remarcó que la idea es establecer un aprovechamiento sustentable utilizando al sauce como proveedor de leña y otros productos forestales, promover su control y que sea un motor para restaurar la costa bajo una lógica de economía circular de producción de bienes. En Neuquén, se suele usar el chacay para calefacción, pero se trata de una especie nativa protegida. Por eso el sauce exótico aparece como alternativa viable.
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