Qué es la ganadería de insectos y por qué está respaldada por la FAO 

En el mundo, hoy se consumen más de 1.900 especies de insectos. Cuáles son los beneficios para las comunidades y para el ambiente 

Los insectos comestibles tienen múltiples ventajas para el ambiente

El consumo de insectos comestibles es una alternativa alimentaria sostenible y nutritiva que está ganando terreno en diversas partes del mundo, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).  

Con más de 1.900 especies de insectos consumidas globalmente, su inclusión en la dieta se está expandiendo. En Asia, por ejemplo, el picudo rojo de la palmera es un manjar popular, mientras que en la República Democrática del Congo, las orugas son un alimento básico durante la temporada de lluvias. 

La FAO destacó que los insectos comestibles son una fuente rica en nutrientes. Ofrecen proteínas, grasas, fibra y micronutrientes esenciales como zinc, calcio e hierro. Comparados con la carne de vacuno, los gusanos de la harina, por ejemplo, contienen niveles similares de minerales y, a menudo, un contenido vitamínico más alto.  

Así son los platos con insectos chapulines que se hacen en México.

Esa información nutricional fue recopilada y difundida por la FAO y la Red Internacional de Sistemas de Datos sobre Alimentos (INFOODS) como una manera de fortalecer la base empírica y resguardar la seguridad alimentaria y nutricional. 

Además de sus beneficios nutricionales, los insectos comestibles son ecológicamente sostenibles. La cría de insectos emite menos gases de efecto invernadero y requiere menos agua y tierra que la producción de carne convencional.  

Por ejemplo, los grillos necesitan 12 veces menos alimento que el ganado para producir la misma cantidad de proteína. En Asia sudoriental, la cría de grillos ha crecido rápidamente, y la FAO, junto con la Universidad Khon Kaen de Tailandia, ha publicado guías para garantizar prácticas sostenibles y seguras en su producción. 

Desde una perspectiva económica, la cría de insectos ofrece oportunidades significativas. Requiere poco espacio y puede realizarse tanto en áreas rurales como urbanas. Puede proporcionar ingresos y medios de vida a comunidades con acceso limitado a recursos.  

Los insectos comestibles representan un recurso infrautilizado que podría ayudar a satisfacer la creciente demanda mundial de alimentos. Con la población mundial en aumento, la producción de alimentos debe incrementarse sin agotar los recursos naturales.  

El año pasado, en la Argentina, un equipo de investigación del INTA y el INTI logró desarrollar prototipos de alimentos en base a grillos en polvo. Gabriela Gallardo, directora del trabajo e investigadora en el Instituto de Tecnología de Alimentos del INTA, señaló que “entre estos prototipos, ya hicimos panificados, barras de cereales y logramos elaborar pastas que cuentan con un alto contenido de proteínas, según las normas de rotulado nutricional del Código Alimentario Argentino (CAA)”. 

Para la investigación se utilizaron grillos de la especie Gryllus assimilis, que fueron provistos por una empresa privada. Las muestras fueron secadas, molidas y tamizadas hasta obtener un polvo de características similares a las de la harina de trigo. 


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