¿Las especies exóticas siempre generan daños en los ecosistemas? 

Un científico de Río Negro colaboró en un estudio publicado en la revista Science de los Estados Unidos con nueva perspectiva

Las especies exóticas son plantas, animales hongos y microorganismos transportados por las personas, de manera voluntaria o accidental, fuera de su área natural de distribución.  

Muchas de esas especies se vuelven invasoras y se convierten en amenazas para el funcionamiento de ecosistemas clave. 

Pero un grupo internacional de científicos descubrió que los grandes herbívoros introducidos no tienen mayor impacto que los nativos sobre las comunidades de plantas.  

Los resultados de la investigación fueron publicados en la revista Science de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia.  

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En el equipo de científicos, colaboró Patricio Pereyra, quien es investigador del Centro de Investigación Aplicada y Transferencia, Tecnológica en Recursos Marinos Almirante Storni, ubicado en San Antonio Oeste, de la provincia Río Negro. La institución depende del Conicet y la Universidad Nacional del Comahue.  

El trabajo fue liderado por Erick Lundgren, de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca. Se llevó a cabo un metaanálisis de más de 200 estudios que habían sido realizados en todo el mundo. 

 Encontraron que el efecto de los grandes herbívoros en la abundancia y diversidad de las plantas depende más de su tamaño y dieta que de si son autóctonos o introducidos en sus ecosistemas.  


Huellas del pasado 


Los grandes mamíferos herbívoros desempeñan un papel clave en la configuración de los ecosistemas y la biodiversidad al consumir vegetación, dispersar semillas y nutrientes y crear perturbaciones.  

Sin embargo, desde el final del Pleistoceno, muchas especies autóctonas de megaherbívoros se han extinguido o han experimentado descensos precipitados de población.  

Más recientemente, los seres humanos han introducido muchos grandes herbívoros en los diferentes rincones del mundo.  

Aunque estas introducciones han contrarrestado, en cierto modo, la pérdida de megafauna autóctona y su funcionalidad, se cree que la megafauna introducida tiene mayores efectos negativos en los ecosistemas que la albergan.  

Por eso, en algunas zonas las políticas de conservación han dado prioridad a la erradicación o sacrificio de las poblaciones de megafauna introducida, a pesar de que muchos de estos animales están amenazados de extinción en sus áreas de distribución nativas, de acuerdo con los investigadores. 

De acuerdo con el doctor en ciencias naturales Pereyra, en la tensión entre especies nativas y especies introducidas, muchos expertos prefieren optar por las nativas. “Eso de preferir a las especies nativas por sobre las introducidas es ideología. Hay que separar las aguas. Porque tomar la natividad de las especies como una variable para la conservación tiene poco sentido”, argumentó Pereyra. 

En el nuevo estudio los investigadores analizaron el impacto de los megaherbívoros (animales de una gran masa corporal que se alimentan de vegetación) sobre las distintas comunidades de plantas. La novedad entonces es que no encontraron diferencias entre los impactos provocados por los individuos de esa fauna gigante introducida o los que eran nativos. 


Las implicancias del estudio 


“Esto va un poco en contra del dogma dominante en la ciencia de las invasiones, que postula que las especies nativas se comportan de una forma y las especies no nativas se comportan de otra. La verdad es que parece que se comportan iguales, al menos en lo que respecta a megaherbívoros”, sostuvo Pereyra. 

Los profesionales eligieron como materia de estudio a los grandes herbívoros porque ese grupo da forma a los ecosistemas al consumir vegetación, dispersar semillas y crear “perturbaciones” que pueden cambiar los escenarios naturales. 

“Se evaluó el efecto de los herbívoros de más de 45 kilos sobre la diversidad y la abundancia de las plantas nativas y exóticas. Esto se hizo a nivel mundial, con un metaanálisis de aproximadamente 4.000 registros de efectos de estos mamíferos en la abundancia y diversidad de plantas terrestres, recopilados de 221 trabajos”, detalló el científico. “Defendemos que los efectos de la megafauna introducida deberían estudiarse como se investigaría cualquier otra fauna salvaje, a través de la lente de la ecología funcional”, afirmaron. 


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