De los basurales al gran reciclado: el cambio del Alto Valle

Se erradicarán basurales de cinco municipios y se iniciará la construcción de un centro de reciclaje y otro de depósito permanente

La humanidad consume todo tipo de productos y deja sus residuos. Para contrarrestar la cantidad de basura final y avanzar en el desarrollo sostenible, se recomienda la gestión integral de residuos sólidos urbanos (más conocida por sus iniciales GIRSU). Tiene beneficios: ayuda a preservar la salud humana y la mejora de la calidad de vida de la población, como así también el cuidado del ambiente y la conservación de los recursos naturales.

Tras diez años de estudios y gestiones ante organismos internacionales, en la región del Alto Valle, en la provincia de Río Negro, se empezará a poner en marcha un proyecto de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos. Se conformará el segundo centro regional para el tratamiento de la basura en la provincia de Río Negro.

Las obras se iniciarán en 2023 después de termine el proceso licitatorio a finales de año. Se destinarán 28 millones de dólares, provenientes de un crédito concedido por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para que la Patagonia Norte pueda dar una solución definitiva a la erradicación de sus basurales.

También la iniciativa traerá aparejada nuevas fuentes de trabajo y una intensa labor educativa con la población. “Los cambios con este tipo de inversiones son significativos. La imagen de una planta de disposición es muy diferente a la de un basural a cielo abierto, es algo que beneficia a todos”, dijo a RÍO NEGRO Judith Jiménez, subsecretaria de Control y Fiscalización Ambiental de Río Negro. Ella fue la encargada de presidir la elaboración del proyecto y funcionar como nexo entre las dependencias comunales.

La planificación prevé la construcción de una planta de reciclaje en Cipolletti. Allí se separará, compactará y venderán los materiales que puedan ser reutilizados. En la ciudad de Allen estará la sede encargada de la disposición final del material restante, que será depositado en cavas subterráneas permeabilizadas y ventiladas.

Además, estos centros contratarán cooperativas de recicladores, con el fin de formalizar las condiciones que atraviesa el sector. También se crearán guarderías para alojar en horario laboral a los hijos del personal.

Hay otros proyectos GIRSU en marcha en otras provincias de la Argentina. Según el Ministerio de Ambiente de la Nación son 30 que contemplan la construcción de centros ambientales y otras iniciativas vinculadas con el tratamiento de residuos de manera controlada. También se trabaja en el cierre y saneamiento de basurales a cielo abierto.

En caso del Alto Valle, el crédito concedido por el BID comprende la compra de herramientas, maquinaria y el desarrollo de la infraestructura de ambas instalaciones. Además, se financiarán los costos de los dos primeros años de operaciones.

Ese tiempo será suficiente para que los municipios partícipes de Allen, Cipolletti, Cinco Saltos, Fernández Oro y Campo Grande conformen un consorcio, tal como ocurre con el caso del complejo ambiental de Viedma-Patagones, que es financiado por tasas especiales. La proyección apunta en un futuro a la autosustentabilidad del ente por medio de un aumento de la venta de material reciclado.

Se prevee que cuando el proyecto se concrete, se recibirán 120 toneladas de residuos diariamente, y se espera aprovechar hasta el 70% para el reciclado. La estimación apunta a una recuperación de 39 toneladas por día a partir del quinto año de operatividad.

Simultáneamente, habrá importantes campañas de educación ambiental con el fin de fomentar la separación de los residuos en el hogar. Esto permitirá “optimizar el porcentaje reciclado y extender la vida útil a las instalaciones”, según precisó Jiménez. Significa si que cada vecino realiza realmente la separación de los residuos en su casas, ayudará a que el proceso de autosustentabilidad del nuevo sistema puede recuperar residuos y reciclarlos.

Una década de planificación

La realización de los estudios de impacto ambiental comenzaron en 2012, cuando la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático de Río Negro empezó a trabajar en la gestión de residuos, en el marco de la estrategia desarrollada por el Estado Nacional en 2005. Se siguió de ejemplo a las exitosas experiencias de Mendoza, Salta y el consorcio de Zárate-Campana.

Fue en 2015 cuando se elevaron los proyectos de Alto Valle, Valle Medio y Valle Inferior a la espera de la aprobación de los fondos del BID. En una primera instancia ese organismo internacional solo aceptó la concreción del centro ambiental de Viedma.

Los proyectos restantes debieron ser sometidos a actualizaciones, y a su consecuente reubicación de sedes. Tanto autoridades nacionales como personal de la Universidad Nacional de Río Negro se lanzaron en la misión de readecuar las redacciones originales del proyecto. Este año se dio el visto bueno para la concreción del centro de Alto Valle, que fue oficialmente presentado recientemente con una reunión entre intendentes y funcionarios nacionales.

Según adelantaron responsables de la Secretaría de Ambiente, el próximo 4 de junio se realizará en Cipolletti una consulta pública donde se responderán preguntas de la comunidad sobre algunos puntos de debate de la iniciativa. Será presidida por miembros de la cartera de Ambiente de Nación.

Luego de esta instancia, el BID volverá a revisar el proyecto para posteriormente iniciar su licitación. Se espera que el proceso esté listo antes de fin de año, para comenzar con las construcciones en 2023.

“En simultáneo, estamos terminando una iniciativa similar para la Línea Sur y junto con el Consejo Federal de Inversiones estamos avanzando para la concreción de las plantas de Valle Medio. Hacemos lo posible para lograr comprometer a la mayor cantidad de municipios en esta política”, adelantó Jímenez.

Estado crítico de los basurales se refleja en Allen

En el caso de Allen, hay un vertedero de residuos que aguarda desde hace años por una política que remedie definitivamente la situación.

“El basural se encuentra como la mayoría de los su tipo en la provincia, donde no hay ningún tipo de gestión interna. La situación es precaria y por eso necesitábamos de esta iniciativa”, comentó a RÍO NEGRO Sergio Voglino, director general de Ambiente Sustentable del Municipio de Allen.

Aunque el sitio será reconvertido para albergar a la planta de disposición final del proyecto GIRSU Alto Valle, hasta el momento no cuenta con un tratamiento adecuado para las cerca de 30 toneladas diarias de basura que recibe.

En las últimas gestiones de gobierno se impulsó una serie de políticas complementarias: como por ejemplo la creación de la app “Allen recicla”, donde los vecinos pueden consultar por estaciones de acopio.

Muchas de estas prácticas tienen buena recepción, pero dependen mayoritariamente de la voluntad ciudadana. “El principal objetivo es continuar educando a la población. Aunque personalmente me sorprende la cantidad de personas que se suman a estos programas. Generalmente son bien aceptados, porque es muy noble la acción de cuidado del ambiente”, finalizó.

Viedma-Patagones: Un complejo ambiental único en el país

El Centro Ambiental Patagónico “Viedma-San Javier-Patagones” se convirtió desde su apertura en 2019 en el primer complejo de tratamiento de residuos del país en involucrar a dos provincias. Este hito histórico es celebrado por las autoridades y calificado como un “importante avance” en materia ambiental.

Comenzó a construirse en 2015, siendo el primer proyecto regional aprobado en Río Negro con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo. Y aunque solo estaba pensado para Valle Inferior, dada su cercanía Carmen de Patagones decidió sumarse.

Los municipios decidieron conformar un “Consorcio Público Intermunicipal” para poder financiar la operatividad, aunque la idea es que con los años se autosustente.

“Se trata de una política ambiental importante, aunque reconocemos que nos falta un poco en el sentido de apropiación de la planta por parte de la comunidad. Buscamos permanentemente que los vecinos se adueñen del complejo para poder llegar en un futuro a recuperar un 100 por cien de los residuos”, precisó Javier Garavaglia, presidente de la Comisión de Fomento de San Javier y miembro del directorio del Complejo Ambiental.

San Javier es el socio más pequeño del Centro Patagónico. Ubicado a 30 kilómetros al oeste de Viedma y con poco más de 2000 mil habitantes, aporta cerca del dos por ciento del total de residuos de la planta, lo que equivale a unas 5 toneladas diarias. Cabe destacar que la región produce cerca 2500 toneladas mensuales de basura.

Para el pequeño poblado rionegrino la implementación del proyecto GIRSU permitió la remediación de su basurero local, que se encontraba emplazado sobre un humedal. Ahora funciona como un importante centro turístico y educativo.

“Fue un cambio cultural importante porque hubo que concientizar a una comunidad que durante 40 años usó ese lugar como depósito. Eso los acompañamos con diferentes campañas y talleres de reciclaje”, precisó Garavaglia.


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