Con ayuda de la comunidad, acorralan a los pinos invasores
La Red Pinos está formada por investigadores y voluntarios que se suman a identificar ejemplares. Cómo se previenen los incendios gigantescos
La Red Pinos detecta la presencia de pinos invasores que pueden favorecer la propagación de incendios/ Crédito Red Pinos
Los pinos suelen formar parte de los paisajes de casas y plantas que se dibujan desde la infancia. Sin embargo, hay especies de pinos que han sido introducidas en zonas del mundo en las que no habitaban. Allí se vuelven invasores y generan problemas para especies nativas.
En la Patagonia, se lleva a cabo una original iniciativa entre científicos y técnicos, con la colaboración de la comunidad. Es parte de una estrategia de ciencia ciudadana para enfrentar los problemas que generan los pinos exóticos.
“Ya hemos removido miles de renovales de pinos. Eso se ha realizado en sitios donde organizamos jornadas de remoción, con la participación de ciudadanos voluntarios, como en sitios donde las personas fotografían y nos mandan la ubicación por WhatsApp. Extraen ejemplares durante sus caminatas. Esto último nos permite ir actualizando un mapa de focos de invasión en Bariloche”, afirmó el doctor Pedro Laterra, doctor en biología y coordinador de la Red Pinos.
Apuntan a los renovales: son arbolitos jóvenes de pinos que ofrecen combustible altamente inflamable. La presencia de renovales favorece que los fuegos alcancen las copas de los árboles adultos. Así se promueven incendios de alta intensidad, con alta capacidad de daño, y difíciles de controlar, aclaró el científico.
Los impactos de los pinos
La invasión de pinos exóticos en la región andino-patagónica ha generado importantes alteraciones en los ecosistemas nativos. Al expandirse, esas especies compiten con la vegetación autóctona, alteran el paisaje natural y aumentan significativamente el riesgo de incendios forestales en zonas turísticas y áreas protegidas.
«La Red Pinos se fundó en 2021 y cuenta con la colaboración de diversas instituciones públicas, como la Comisión Nacional de Energía Atómica, el Conicet, el Municipio de Bariloche, la Administración Nacional de Parques Nacionales y el INTA, entre otras organizaciones, como Jóvenes por Bariloche».
Una de sus principales herramientas es el mapeo de focos de invasión: permite identificar las áreas más afectadas y planificar intervenciones específicas. La identificación y registro de esos focos se realiza entonces de manera colaborativa. Se invita a la comunidad a participar a través de plataformas de comunicación y campañas de sensibilización.
Otra línea de acción fundamental es la remoción manual de pinos en las áreas afectadas. Esa estrategia busca reducir la presencia de estos árboles para favorecer la recuperación de la vegetación nativa. Además, la Red trabaja en obtener las autorizaciones necesarias para intervenir en distintas jurisdicciones, lo que incluye tanto áreas municipales como provinciales y nacionales
A medida que van avanzando con la iniciativa y sus buenos resultados, “también lo interpretamos como un mapa del nivel de conciencia e involucramiento de los vecinos y visitantes en torno a la problemática de los pinos», agregó Laterra, quien es investigador del Conicet y la Fundación Bariloche.
Entre los obstáculos que enfrenta la iniciativa está la necesidad de financiamiento continuo para sostener las actividades de remoción y monitoreo. Sin embargo, la Red se mantiene optimista respecto a su capacidad para replicar su modelo de intervención en otras regiones que enfrentan problemas similares. “La transferencia de la experiencia acumulada en la región andino-patagónica podría ser clave para enfrentar otras invasiones de especies exóticas en Bariloche y en otras localidades con problemas similares de Argentina y del resto de Sudamérica”, afirmó Laterra.
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