Cómo la pandemia afectó el desempeño de los estudiantes
Fue realizado desde Bariloche y La Plata. Compararon el desempeño antes y después de la pandemia.
La pandemia del coronavirus alteró todo tipo de actividades humanas, y la educación no fue la excepción. Si bien muchos docentes se esforzaron por dar las mejores clases virtuales, también hubo estudiantes que tuvieron dificultades en el acceso a las clases durante la primera etapa de la crisis sanitaria.
Un trabajo de investigación reveló cómo la pandemia del Covid-19 no solo cambió el contexto en las aulas. También afectó el desempeño de los estudiantes y modificó la manera en que se relacionan. Así lo demostró un estudio publicado en la revista científica PLOS One, editada por la Biblioteca Pública de la Ciencia de los Estados Unidos
Se hizo a partir de un caso particular de educación superior en la Universidad Nacional de La Plata, como un proyecto de investigación de Fabiana Laguna, investigadora del Conicet en el Centro Atómico Bariloche, y Fátima Velázquez Rojas, becaria posdoctoral de Conicet en el Instituto de Física de Líquidos y Sistemas Biológicos en la Universidad Nacional de La Plata.
El desafío fue describir el proceso de adquisición de nuevos conocimientos a través de los sistemas complejos. «Los sistemas complejos tienen un comportamiento global que no pueden explicarse solamente a partir de la descripción aislada de las partes que lo componen, sino que es necesario incluir el efecto de las interacciones entre ellas. En otras palabras: el todo es más que la suma de las partes», detalló Velázquez Rojas en diálogo con RIO NEGRO y agregó que «el comportamiento social humano es un claro ejemplo de sistema complejo. Nuestra propuesta fue estudiar cómo tiene lugar el proceso de aprendizaje utilizando este paradigma».
El estudio consistió en una serie de encuestas y observaciones en un aula, en ocho comisiones diferentes, con 173 estudiantes que participaron de todo el proceso. El foco fue la materia Física 2 de la Facultad de Ingeniería en la Universidad Nacional de La Plata y se abordaron los cuatro cuatrimestres de 2019 y 2020. Los investigadores desarrollaron, a su vez, un modelo matemático para explicar la información recabada.
“Partiendo de la idea de que el proceso de aprendizaje está influenciado, en mayor o menor medida, por un conjunto de factores intrínsecos y extrínsecos, nuestro modelo consistió en proponer que la adquisición de nuevos conocimientos puede expresarse como la suma de tres grandes términos: uno relacionado con la motivación, otro con las interacciones entre pares y otro con las interacciones entre profesores y estudiantes”, puntualizó Laguna que también es docente de la Universidad Nacional de Río Negro.
Dijo que “el peso que cada uno de estos términos tiene en el proceso de aprendizaje se ajustó con los datos obtenidos en las encuestas, de manera que el resultado del modelo sea lo más cercano posible a la calificación real obtenida por cada estudiante”.
En esta etapa del modelo, se sumaron dos colaboradores: Daniela Zacharías, una estadística experta en el análisis de datos y encuestas, que trabaja en la Universidad Nacional del Comahue, y Jesús Fajardo, del Departamento de Física Médica del Centro Atómico Bariloche, que aportó su experiencia en el modelado de redes neuronales.
“Los resultados que obtuvimos con los dos métodos de ajuste fueron contundentes: el modelo permitía reproducir los resultados obtenidos por los estudiantes, y además, encontramos que el mayor peso en el proceso de aprendizaje lo tiene la interacción con los profesores, tanto antes como después de la pandemia”, acotó Laguna.
Antes y después de la pandemia
A lo largo del 2019, los datos recabados derivaron en un trabajo sobre los principales mecanismos que intervienen en el proceso de adquisición de conocimientos. Sin embargo, el estudio se vio alterado por la pandemia del Covid-19 ya que las medidas de aislamiento interrumpieron la educación convencional en escuelas y universidades.
No fue sencillo ya que los actores del proceso educativo debieron incorporar nuevas estrategias y herramientas pedagógicas. Este cambio abrupto en el contexto de las aulas también planteó un nuevo desafío para el estudio de investigación que se propuso indagar de qué manera se había visto afectado el desempeño de los estudiantes.
«Encontramos que el contexto virtual produjo una disminución en la motivación para aprender. Además, se observó un cambio en la manera en cómo los estudiantes formaban sus redes de estudios dentro del aula», detalló Velázquez Rojas.
Estas redes de interacción entre estudiantes que se observaron antes de la pandemia consistían en algunos grupos muy conectados entre sí pero aislados de otros grupos. “Además -continuó la investigadora-, se observaban algunos estudiantes completamente aislados (aquellos que estudian solos). Por el contrario, las redes virtuales de estudio durante la pandemia tenían personas que pertenecían a más de un grupo de estudio y que funcionaban como puentes entre dos grupos diferentes, aumentando la interacción de todos los estudiantes. Otra diferencia fue que el porcentaje de estudiantes aislados fue menor en esta etapa”.
Se determinó que en ambos contextos -prepandemia y pandemia-, «la interacción con los docentes resultó ser de suma importancia en el proceso de adquisición de conocimientos». Las investigadoras observaron también que ese proceso estuvo fuertemente influenciado por la disponibilidad de recursos de cada estudiante.
Laguna explicó que «una manera sencilla de cuantificar el desempeño de los estudiantes es por medio de la calificación final que obtuvieron en la materia en la que se llevó adelante este estudio». Durante la pandemia, los investigadores verificaron que «las notas obtenidas habían mejorado levemente respecto al año anterior».
Pero aclaró que la adquisición de nuevos conocimientos es multicausal «por lo que analizar el desempeño implica también estudiar cuáles son los factores que pueden contribuir al aprendizaje». Las investigadoras se enfocaron en la motivación, la interacción con pares y con docentes y estudiaron las variaciones frente al cambio de contexto áulico.
Velazquez Rojas aseguró que «la motivación es, sin duda, uno de los principales mecanismos que intervienen en la adquisición de un nuevo conocimiento. Es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta de los estudiantes hacia metas o fines determinados. Y en este caso, se vinculó con la incertidumbre que tuvimos tanto estudiantes como docentes durante el período de aislamiento prolongado».
Desigualdades
Los resultados del trabajo demuestran cómo la pandemia incrementó las desigualdades educativas a nivel económico, tecnológico, social e incluso emocional de los actores del proceso educativo.
«El contexto virtual impulsó un cambio en las metodologías de enseñanza y aprendizaje, pero también trajo otro gran desafío que aún está lejos de resolverse: el acceso a los recursos para todos los estudiantes», aseguró Velázquez Rojas y agregó: «De ahí la importancia de reconocer las desigualdades para visibilizar la urgente necesidad de construir políticas universitarias que mejoren esta situación».
Las investigadoras destacaron que, si bien este estudio se realizó para un caso específico a nivel universitario, «los principales factores analizados (la motivación y la interacción con pares y docentes) no están aislados del escenario global. La generalización de este modelo a otros escenarios educativos es posible, sin duda alguna, y creemos sería otra valiosa contribución para profundizar en la comprensión del complejo proceso de aprender».
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