Cómo evitar el avance de la miopía escolar

El confinamiento por la pandemia del COVID-19 en 2020 agravó el aumento de los casos de miopía y su mayor avance en el mundo. Esta enfermedad afecta la capacidad de ver objetos distantes con claridad y su incremento está asociado al tiempo prolongado que los niños pasan frente a pantallas y a la reducción de actividades al aire libre.

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La Academia Estadounidense de Oftalmología estimó que para el año 2050, casi la mitad de la población mundial podría padecer miopía. Ya los oftalmólogos hablan de “epidemia”. Por la gravedad del problema, la actualización en la prevención y el tratamiento de la miopía escolar fue uno de los temas que se abordó en el congreso de la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil, que se realizó por primera vez en Bariloche, Río Negro. La presidenta del congreso fue la doctora Gabriela Buxeda, que reside allí.

¿Cuáles son los síntomas de la miopía?

Existen diferentes tipos de miopía, que pueden desarrollarse a cualquier edad. Una de ellas es la miopía escolar. Los síntomas incluyen fatiga ocular, dolores de cabeza y dificultad para ver objetos lejanos, como señales de tránsito o pizarras en las aulas. Es crucial que los niños pequeños, quienes a menudo no se quejan de visión borrosa, sean llevados a chequeos médicos regulares.

En diálogo con Diario RIO NEGRO, Leonardo Fernández Irigaray, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil y uno de los disertantes en el congreso, destacó la importancia de que los niños pasen al menos dos horas al día al aire libre o 14 horas semanales, para mitigar el riesgo de desarrollar miopía o ralentizar su progreso.

“Los padres deben educar al evitar el uso de dispositivos electrónicos desde dos horas antes de dormir para respetar el ritmo circadiano de los niños”, afirmó.

¿Qué se debe hacer?

Para prevenir y manejar la miopía, se sugieren varias estrategias. Entre ellas, el uso de fondo oscuro y letras claras en dispositivos móviles, aumentar la luminosidad en aulas y hogares. Se deberían hacer pausas visuales siguiendo la regla 20/20/20. Es una técnica para reducir la fatiga ocular y significa que cada 20 minutos de actividad cercana se debe hacer una pausa de 20 segundos y se debe mirar hacia aproximadamente 6 metros a la distancia, que es el equivalente a 20 pies.

También “para casos de niños y adolescentes con miopía, se recomienda el uso de atropina súper diluida al 0,01% y anteojos de desenfoque periférico, que deben ser indicados por un médico oftalmólogo”, dijo Fernández Irigaray, quien fue coautor de un estudio que demostró el aumento de la incidencia de la patología en la Argentina. 

Por qué hacer chequeos y tratamiento

El aumento de la miopía no solo afecta la visión sino que también puede incrementar el riesgo de otras complicaciones oculares. Por eso, se recomienda que los controles visuales en niños sean anuales o cada seis meses en casos de miopía escolar.

Durante la sesión en el congreso, María Marta Galán desarrolló el tema del rol de la epigenética enfocado al uso de las pantallas en la actividad de cerca. En tanto, Rodolfo Aguirre habló sobre el tratamiento farmacológico de la miopía escolar con el uso de atropina súper diluida. Fernández Irigaray presentó todo lo relacionado con el tratamiento óptico mediante el uso de anteojos de desenfoque periférico.