Cinco mitos que interfieren en el camino hacia el bienestar
Desde 2010 rige en la Argentina una ley de salud mental. Pero circulan ideas falsas y estigmatizantes.
En el planeta, 970 millones de personas padecían un trastorno mental en 2019, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los más comunes son la ansiedad y los trastornos depresivos. Esas afecciones aumentaron considerablemente desde la crisis causada por la pandemia de COVID-19.
En Argentina, desde 2010 rige la ley de salud mental que reconoce la autonomía de las personas con trastornos mentales y su capacidad para decidir.
La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) difundió 5 mitos que se han difundido y que tergiversan lo que establece la norma.
Un mito es creer que la ley prohíbe las internaciones de las personas con trastornos mentales. Sin embargo, la norma sí permite dos tipos de internaciones. Por un lado, la internación voluntaria por la cual la persona presta su consentimiento libre e informado.
Por otro lado, se permite la internación involuntaria, ante una situación de riesgo cierto e inminente para la persona o para terceros. Todas las internaciones, tanto las voluntarias como las involuntarias, deben realizarse en hospitales generales.
El segundo mito es creer que si se implementa la ley, las personas que están internadas van a quedar en la calle.
Por el contrario, la ley 26.657 pretende reemplazar el modelo manicomial, basado en el encierro, por uno que asegure una mejor atención de la salud y les permita vivir en la comunidad con las mismas oportunidades que las demás, según explicó ACIJ.
La norma obliga al Estado a crear una red de dispositivos que promuevan la inclusión social de la persona afectada por un trastorno mental, como servicios de atención domiciliaria y ambulatoria, hospitales de día, viviendas asistidas, centros de capacitación socio-laboral. También el Estado debe garantizar que todos los centros de atención primaria y los hospitales generales públicos y privados cuenten con equipos interdisciplinarios para el tratamiento de la salud mental.
Además, ha circulado el mito de que la ley excluye a los psiquiatras. Es falso. “La ley establece que los tratamientos deben estar a cargo de un equipo interdisciplinario que incluya las áreas de la psiquiatría, la psicología, el trabajo social, la terapia ocupacional, entre otras”, detalló ACIJ.
Se han difundido mensajes que mencionan que el sistema de atención que establece la ley es inaplicable”.
Sin embargo, resaltó ACIJ, en Río Negro y la provincia de Buenos Aires, y en otros países, como Italia, Chile y Brasil, existen experiencias exitosas que demuestran que el modelo de la ley es posible y favorece la inclusión.
Otro prejuicio es creer que todas las personas con problemas de salud mental son peligrosas y deben estar en neuropsiquiátricos. Lleva a que haya barreras para implementar la ley.
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