Cien años del teatro Garibaldi de Patagones

El teatro Garibaldi, de la ciudad de Carmen de Patagones, cumple 100 años el próximo 24 de mayo, pues su inauguración en vísperas del Centenario de la Revolución de Mayo fue una magistral ofrenda cultural de la migración italiana a esta comunidad patagónica.

La sala sigue perteneciendo a la Sociedad Italiana y desde el año pasado, por un acuerdo con la Secretaría de Cultura de la provincia de Buenos Aires, se incorporó a la red de Espacio INCAA, con los estrenos del cine nacional.

También fue dotada de un moderno sistema satelital, con proyección digital, que permite presenciar en simultáneo a las principales veladas del teatro Argentino, de La Plata.

Los orígenes del teatro están relacionadas con la llegada y expansión de la importante colectividad italiana en la región de Patagones y Viedma.

La investigadora Mirta Madies informó que «el primer contingente de colonos italianos llegó hacia 1855, para establecerse en la localidad de Cubanea”.

«Pero a partir de 1880 con el arribo de la orden religiosa de Don Bosco, cuyos sacerdotes y monjas eran todos italianos, se incrementó la instalación de migrantes itálicos” añadió, en diálogo con Télam.

José Fagnano, el sacerdote jefe de la misión evangelizadora salesiana, fue quien en 1886 fundó la Asociación Italiana de Socorros Mutuos de Patagones, la más antigua de su tipo en todo el sur argentino.

La crónica del desaparecido periódico `La Capital` permite reconstruir todos los detalles de la construcción de la sala teatral, próxima a cumplir su centenario.

«La creación del teatro Garibaldi no fue una obra fácil, pues la operación implicaba un desembolso importante en metálico, muy superior a las reservas de la caja social” dice el artículo.

Agrega que la comisión que en 1909 comenzó a regir los destinos de la entidad, encabezada por Ambrosio Rucci, puso manos a la obra.

«El presupuesto inicial era de 18 mil pesos, pero en caja sólo había seis mil: y para juntar el faltante se vendió en dos mil pesos un terreno de la Asociación, y se consiguió un préstamo por del comerciante Enrique Mazzini” describe después.

El entusiasmo y la tenacidad de aquel grupo de inmigrantes italianos, amantes de la ópera y del ballet, pronto comenzaron a concretarse en la edificación, que se inició en 1909.

«Venciendo escepticismos y recelos el flamante teatro abrió sus puertas al público la víspera del gran Centenario Argentino, esto es el 24 de mayo de 1910”, sostiene el antiguo artículo.

Aquella noche la compañía filodramática que dirigía Eduardo Vázquez, inmigrante español en este caso, puso en escena la comedia titulada `La cuerda floja`, que «que obtuvo un éxito remarcadísimo, lo mismo que otros selectos números de canto y música con que se amenizó el acto”.

Para aquella inauguración el teatro Garibaldi de Patagones todavía no contaba con su artístico cielo raso, que recién se pudo agregar en 1917; ni tampoco tenía el importante frente que se terminó hacia 1924.

Desde hace un siglo la sala ha cobijado importantes espectáculos de teatro, música y danza; en 1925 comenzó a ser explotada como cine, con películas mudas que se amenizaban con un piano en vivo.

Hasta la llegada de la televisión a la zona, que se produjo tardíamente en 1968 con un canal de circuito cerrado, la cartelera cinematográfica del Garibaldi de Patagones tuvo éxito asegurado con funciones todos los días de la semana.

Después las frecuencias comenzaron a espaciarse, pero el prestigio del viejo y bien mantenido cine-teatro se mantiene intacto.

Con todo el esplendor de aquella ofrenda cultural de los inmigrantes italianos, que en el tiempo del Centenario de Mayo quisieron hacerle un regalo duradero a la tierra que los recibió con los brazos abiertos.

Carlos Espinoza, Télam