Chumbita y Rubio fueron condenados a 7 años
Los policías de Guerrico fueron declarados coautores de rapto y abuso deshonesto contra una chica de 14 años. Los jueces no dieron por probada la violación. Ambos seguirán en libertad.
Hebe Rajneri
ROCA.- Mientras en las puertas de Tribunales resonaban redoblantes y petardos, ayer los jueces de la Cámara Criminal Primera de Roca dieron a conocer su fallo unánime contra los policías Víctor Chumbita (31) y Rubén Rubio (45). Ambos fueron condenados a 7 años de prisión como coautores del delito de “rapto en concurso real con abuso sexual –abuso deshonesto– calificado por ser cometido por dos personas y por personal perteneciente a las fuerzas policiales, en ocasión de sus funciones”. Sin embargo, seguirán en libertad bajo caución real mientras se sustancian las instancias de apelación.
La pena fue menor a la mitad de la que había reclamado la querella, que en su alegato había exigido 18 años de cárcel por considerar que aquella tarde del 1 de enero de 2010, dentro del destacamento policial de Guerrico, la víctima, una chica de 14 años, había sido violada por los efectivos de servicio. El fiscal Miguel Fernández Jahde había pedido 12 años, calificando el hecho como un abuso sexual “gravemente ultrajante”. Para los jueces, en cambio, sólo se pudieron demostrar manoseos en circunstancias intimidatorias. Pese a esa diferencia, el abogado de la familia de la víctima, Marcelo Hertzriken Velasco, dijo al finalizar la lectura que estaba “en principio, conforme” con la sentencia, y recalcó que denunciarán en otro expediente un “encubrimiento policial” tendiente a facilitar “una coartada” para los acusados. También destacó que el fallo haya ordenado investigar “una falsedad ideológica en las constancias del libro-parte diario del destacamento” sobre los hechos de aquel día en la sede policial.
El juez Carlos Gauna Kroeger tuvo el voto rector, al que adhirieron Daniel Tobares y Juan Pablo Chirinos. Este último, además, hizo un análisis sobre el alto grado de exposición pública que tuvieron tanto el caso como la víctima, que hoy es mayor de edad, y se preguntó si ello la ayudó a superar el trauma o si la “martirizó” aún más.
El fallo descartó la versión de Chumbita, quien dijo que él y la joven sólo estuvieron “franeleando” con el consentimiento de la menor. Entre otros elementos, los jueces valoraron como pruebas: las declaraciones de la víctima, los testimonios de su entorno y el reporte de enfermería del hospital de Allen (donde la asistieron luego de que volcara en su moto cuando huía del destacamento). Ese parte consignó que la chica “fue encontrada inconsciente en el lugar del accidente pero una vez en la institución comienza a excitarse y a gritar: ‘Hijos de puta, qué me hicieron, me violaron…”. Sin embargo, como ningún examen médico corroboró lesiones genitales y una prueba de ADN sólo detectó restos de piel de Chumbita en la ropa interior de la menor, los jueces no dieron por acreditada la violación sino únicamente los manoseos.
Otro indicio contra los policías es que a la mañana siguiente del hecho, Criminalística inspeccionó el destacamento y encontró que llamativamente sólo había sido limpiado el piso de la oficina donde la chica dijo haber sido atacada. De allí también surgió otra evidencia: los perros de la Policía hallaron rastros odoríficos de la víctima en dos de los tres colchones que fueron secuestrados en la sede policial, lo que “desvirtúa en gran medida la declaración de Chumbita, según la cual la joven siempre había estado de pie” durante el supuesto encuentro voluntario.
“A la luz de los elementos probatorios reseñados, las explicaciones suministradas por ambos procesados resultan endebles, inverosímiles, se contradicen entre ellos”, destaca la sentencia, que justifica la equiparación de condenas en que “la situación de ambos procesados es inescindible, porque estuvieron juntos en el momento y el lugar del hecho y los dos son señalados como protagonistas por la víctima”.
Uno de los principales argumentos de la defensa de Chumbita, a cargo del abogado Darío Sujonitzky, fue que la víctima “dio cinco versiones” sobre lo ocurrido, llegando a describir “una escena cinematográfica”. Al respecto, el fallo hizo un análisis contrario: “En general se suele desconfiar de las declaraciones acusatorias que se van ampliando paulatinamente (…) Pero no creo que se trate de mendacidad sino de zigzagueos buscando saber la verdad de lo que le ocurrió. Los relatos me persuaden de estar ante una joven que efectivamente durante su permanencia en el Destacamento Policial ha sufrido un shock importante”. (Redacción central)
Chumbita (arriba) y Rubio (abajo) negaron siempre el abuso.
Archivo Adjunto
Sentenciaron a los policías Chumbita y Rubio
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