Chos Malal, la tercera ciudad de Neuquén que tiene cupo laboral trans

Chos Malal se transformó ayer en la tercera ciudad de la provincia de Neuquén en contar con una ordenanza que establece que una proporción de los cargos en el ámbito de la administración municipal serán ocupados por personas trans, travestis, transgénero, que reúnan las condiciones de idoneidad, con el fin de promover la igualdad de oportunidades en el empleo público.

El proyecto de ordenanza presentado por el oficialismo provincial fija este cupo en el 1%. Fue aprobado por unanimidad en el Concejo Deliberante que tiene siete integrantes: 4 del Movimiento Popular Neuquino, 2 del Frente de Todos y 1 de Cambiemos.

La iniciativa se funda en la necesidad de garantizar la inclusión en el mercado laboral formal de las personas travestis y trans, históricamente vulneradas producto de la discriminación y la expulsión, en muchos casos, a temprana edad de sus hogares. La expectativa de vida actual de la población se ubica entre los 35 y 40 años.

La ciudad de Neuquén aprobó en agosto pasado una ordenanza que fija el cupo. Lo mismo hizo Cutral Co en 2018, sin embargo la norma nunca se reglamentó y no se puso en marcha. La Legislatura avanzó con debates en comisión, pero jamás hubo acuerdo político para que un proyecto de ley se votara en el recinto.

De acuerdo a la estimación que realiza Estadística y Censos de la provincia, en Chos Malal viven 14.242 habitantes. «Acá es muy importante porque se tiene un pensamiento muy cerrado, y somos la puerta de entrada al norte, nos están mirando mucho desde otras localidades más chicas para ver en qué se puede avanzar», aseguró Juano Sena, responsable del área de Diversidad del municipio, creada hace tres meses.

En la zona hay dos organizaciones de activistas: Mesa por la Igualdad de Chos Malal y Diversidad del Norte Neuquino.

Para Sena, de 27 años, la aprobación del cupo les da pie para visibilizar el tema: «nos permite hablar de qué es una persona trans, nos permite explicar la sigla LGBTIQ+, todo desde cero, con el lenguaje más simple que se pueda. Lo que aspiramos es que Chos Malal sea muy abierto y que las demás ciudades y parajes nos tomen como ejemplo».

Reconoció que en la localidad se han producido cambios: «si vos me preguntabas hace diez años atrás no, era el lugar más cerrado y más horrible para una persona así que quisiese vivir, pero con las nuevas generaciones, con Internet, con niñas, niños, niñes y adolescentes que explican está mucho más avanzado y hay mucho por lo que trabajar todavía.»