Chiqui Tapia y el significado real de jugar sin descensos
El titular de AFA aceptó que es opción un torneo de 30 equipos, sin pérdida de categoría y suprimiendo promedios. Con riesgo cero, ¿los clubes acudirán a los juveniles para reducir gastos? ¿Obligará de esta manera a Futbolistas Argentinos Agremiados a negociar rebajas?
Claudio Chiqui Tapia trata de moverse seguro en tierras movedizas. No habla de un regreso apresurado del fútbol, prioriza la emergencia sanitaria provocada por la pandemia y a la vez mira de reojo la calculadora, que no es otra que la de los clubes. Al fin y al cabo la AFA es quien los aglutina y los representa.
Por estos días en las oficinas de la calle Viamonte hay dos canales de atención bien marcados: la incierta vuelta del fútbol, llevar la cantidad a 30 equipos y sin descensos; y otro no menos importante que es el tema de los salarios de los jugadores.
“Hoy hay que priorizar la vida y la salud, por eso sería una irresponsabilidad decir cuándo vuelve el fútbol. Para que el fútbol vuelva tenemos que haber superado la epidemia de coronavirus y tienen que estar dadas todas las condiciones”, advirtió Tapia . “Sería un mamarracho si volvemos y se infecta alguien. El responsable de tomar la decisión soy yo, que soy el presidente de AFA, y si se contagia alguien habría sido una locura haber arrancado el torneo”.
Tapia está en sintonía con la decisión del Gobierno en cómo manejarse en medio de la crisis. Pero como en todos los ámbitos, la pandemia por el coronavirus dejará “un lindo despelote para los clubes”, tal como dijo el domingo Nicolás Russo, titular de Lanús y un incondicional del Chiqui.
¿Qué dijo Tapia ayer? “Vamos a entrar en una recesión económica muy fuerte y los clubes no van a poder gastar como hasta ahora. El campeonato de 30 equipos, eliminar los descensos y los promedios tal vez pueda ser una alternativa. Hay que hacer torneos que sirvan en lo económico. Si no hay descensos por dos años, los promedios no sirven más”.
¿Qué significa esto? Un tiro por elevación para Agremiados y su posición hasta ahora inflexible en cuánto a rebajar salarios de jugadores, al menos de algunos que cotizan alto. Quizás no sea aplicable a equipos grandes que cuentan con otros recursos, pero para los habitantes del tercio inferior de la tabla la ecuación es clara: sin descenso (ni promedios) no hay riesgo.
Y sin riesgo no hay por qué pagar cifras a jugadores que no estarán al alcance de las tesorerías, ya que los torneos se podrían afrontar con juveniles, con posibilidades de foguearlos al menos dos años.
Cuando pase la pandemia, el cambio de paradigma también alcanzará al dinero del fútbol. Será la recesión y su nuevo orden la que dicte entonces, para que lado se moverá esta vez la pelota.
Los dirigentes están trabajando en alternativas para construir un fútbol que se acomode a lo que van a necesitar los clubes en lo económico.
Claudio Chiqui Tapia
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