Chile le abre a Vaca Muerta la ruta del Pacífico

En una entrevista exclusiva, la ministra de Energía de Chile Susana Jiménez, detalló el impacto de la llegada del gas argentino. Confía iniciar en el corto plazo conversaciones con Argentina para que el fluido se licúe y exporte desde los complejos portuarios de ese país.

Redacción

Por Redacción

Más integración. Jiménez reconoció que los contratos son interrumpibles pero planteó la necesidad de coordinar los cortes. (Foto: Gentileza)

El vínculo entre Neuquén y Chile viene desde mucho antes de la independencia de los países, la creación de las provincias o el inicio de la actividad petrolera. Pero en materia energética la compartida raíz de la Araucanía tuvo un quiebre en 2007 cuando, al calor de la crisis gasífera local, Argentina decidió unilateralmente poner fin a las exportaciones del fluido.

La caída de la producción nacional llevó a que los gasoductos diseñados para llevar el hidrocarburo al oeste de la cordillera, terminaran funcionando poco después como vías de importación en los inviernos. Hasta la primavera pasada cuando el grifo exportador se reabrió gracias al impulso en la producción que imprimió Vaca Muerta.

A casi seis meses de las primeras exportaciones “Río Negro Energía” entrevistó a la ministra de Energía de Chile, Susana Jiménez Schuster, quien no sólo destacó el impacto positivo que ha tenido el ingreso del gas argentino en ese país, sino que también reveló que desde Chile aspiran a convertirse en uno de los puertos de salida del gas de Vaca Muerta al mundo, a partir de las instalaciones para gas natural licuado (GNL) que poseen.

Los pros para Chile

14%
fue la contracción que tuvo el vecino país en la compra de cargamentos de GNL sin contrato firme desde que se iniciaron los envíos de gas desde Argentina.
50%
más barato es el gas exportado por Argentina en comparación con el precio del GNL en Chile, antes de adicionarle el transporte.

“Entendemos que las intenciones de desarrollo incluyen expectativas de exportación vía GNL hacia otros mercados fuera del continente, lo que sin duda abre espacios para pensar en la posibilidad de utilizar instalaciones ubicadas en Chile”, indicó Jiménez.

Remarcó que “creemos que en el corto plazo es posible ahondar en las conversaciones -entre ambos países- para que estas iniciativas puedan llevarse a cabo”. Y señaló que un desarrollo de este tipo “dependerá de distintas instancias de coordinación entre los países, lo cual es una materia de interés para ambos gobiernos”.

“Ambos países se ven beneficiados por este comercio porque posibilita para Argentina la disposición de un gas excedentario”.

Susana Jiménez Schuster es la ministra de Energía de Chile.

Precisamente la semana pasada el secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, fue quien cruzó Los Andes para ahondar las relaciones de integración energética entre ambos países. La visita se dio a menos de una semana de una interrupción en los envíos de gas a la planta chilena Methanex, ordenada por Nación a partir de las necesidades de generación eléctrica que imprimió al país la ola de calor.

La decisión del gobierno de Mauricio Macri de reabrir la herida del 2007 sembró preocupación entre las petroleras con interés en colocar su producción estival en Chile. Pero Jiménez reconoció que la condición de los contratos de exportación preveía el corte de los envíos ante eventualidades como la ocurrida.



Sin embargo, advirtió que “consideramos necesario avanzar en el establecimiento de acciones de coordinación frente a las interrupciones de suministros que se puedan dar”.

Y si bien consideró que los contratos interrumpibles son “un buen comienzo entre ambas partes” advirtió que “poder contar con contratos no interrumpibles traería mayor certeza a la programación de la operación eléctrica y ayudaría a planificar de mejor forma las importaciones de GNL”.

Es que si bien el gas que ingresó a Chile no ha sido tanto como se esperaba, el impacto positivo que ha tenido es destacado.

Por el incremento en la producción de gas, hubo días en los que se debieron cerrar pozos. (Foto: Archivo)

Los volúmenes

Jiménez detalló que “durante el 2018 se importaron 356,1 millones de metros cúbicos de gas desde Argentina. Los envíos a la zona centro sur alcanzaron los 107,5 millones de metros cúbicos entre octubre y diciembre”. La aclaración se debe a que el contrato de abastecimiento de Methanex fue el único que no se suspendió en la última década, aunque bajo el sistema swap.

La funcionaria remarcó que en enero los ingresos a Chile alcanzaron el punto más alto con 93,7 millones de metros cúbicos -sin contar lo remitido a Methanex- y advirtió que “en términos generales se observó una tendencia creciente en las importaciones”.

El gas en números

3 millones
de metros cúbicos es el máximo diario de envíos al vecino país por los gasoductos Gas Andes y Pacífico.
4,10 dólares
es el valor promedio por millón de BTU pautado en los contratos de exportación.

Pese a representar un promedio de apenas 3 millones de metros cúbicos por día, Chile ya experimenta cambios a partir del ingreso del gas natural argentino. Uno de ellos es que se redujo la importación de GNL (Gas Natural Licuado) en especial el que demandan las generadoras de electricidad.

Jiménez aseguró que “las importaciones de GNL que compiten con el gas argentino cayeron un 14% en el período octubre-diciembre 2018, respecto de igual intervalo del 2017. Sin embargo, se debe tener en cuenta que debido a las cláusulas establecidas en los contratos no siempre es posible sustituir las importaciones de GNL”.

La zona caliente de Vaca Muerta se ubica a menos de 300 kilómetros de Chile, por el Gasoducto del Pacífico. (Foto: Archivo)

El desplazo del GNL por el gas argentino radica fundamentalmente en la enorme diferencia de precios. “El precio del gas argentino alcanza aproximadamente la mitad del valor del gas importando vía GNL, al que además hay que incluir el valor de regasificación”, explicó Jiménez. Y es esa diferencia de precio la que impacta en una cadena de beneficios para el vecino país.

“El gas argentino ha otorgando mayor competitividad a industrias que lo ocupan directamente, así como a las generadoras que pueden producir electricidad a un menor costo beneficiando tanto a consumidores finales como a las empresas. Y además permite ser una alternativa real para planificar nuevos desarrollos para el remplazo de la leña”, remarcó Jiménez.

De reducir la contaminación, a ser el apoyo para las renovables

El ingreso del gas natural argentino en el mercado chileno no sólo puede permitir en el corto plazo que miles de hogares dejen de calefaccionarse con leña y reduzcan el riesgo de accidentes y la contaminación que ese sistema genera.

La ministra de Energía de Chile, Susana Jiménez Schuster, señaló “para Chile, es importante contar con importaciones de gas desde Argentina ya sea por tema costos, como por disponibilidad de gas en ciertas zonas del país donde es necesario buscar un reemplazo para los energéticos más contaminantes”.

Explicó que “el menor costo del gas permite acceder a insumos energéticos, como gas y electricidad, más competitivos para diversas industrias. Ello permite disminuir los costos de operación del sistema eléctrico nacional”.

En octubre del año pasado Jiménez y el entonces secretario de Energía, Javier Iguacel, reabrieron el paso del gas natural a Chile. (Foto: Gentileza)

Y destacó que “además podría favorecer una mayor penetración energías renovables variables, como la solar y eólica, gracias a que proveen mayor flexibilidad al sistema permitiendo una operación segura y confiable”.

En tanto que en lo que hace a la mayor disponibilidad de gas en ciertas zonas, la ministra chilena detalló que “permite disminuir la contaminación en zonas saturadas, y las emisiones de gases de efecto invernadero en caso de que se reemplace la operación de centrales más contaminantes”.

Por las condiciones interrumpibles de los contratos, el gas argentino en Chile reemplaza el consumo de GNL pero no desplaza aún al carbón.

Precisó que “en un eventual proceso de descarbonización de la matriz eléctrica nacional, el gas aparece como uno de los principales sustitutos para reemplazar dicha generación”.

La ministra Jiménez no sólo destacó que en el caso de la planta Methanex, la firma logró incrementar su producción de metanol a partir de contar con una mayor cantidad de gas, sino que advirtió que otros “sectores industriales se pueden ver beneficiados desplazando operaciones con diésel”.

“En los últimos meses de 2018 y lo que va de 2019 se ha tenido un importante abastecimiento en la región del Biobío destinada fundamentalmente a los sectores industriales y domiciliarios”, detalló.


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