«Cheto y choto»: Ezequiel Campa llega a la región con su último show de stand up

El comediante detrás del personaje Dicky Del Solar presentará su último espectáculo, este sábado en Neuquén y el domingo, en Roca. En una entrevista con Río Negro, definió el stand up y contó como llegó al escenario.

Qué es el stand up?  Un comediante arriba del escenario hablando en primera persona. Solo, sin artificio alguno. Sólo él y sus palabras.  

Eso es lo que hace Ezequiel Campa, porque le gusta, le gusta más que todas las otras experiencias actorales que vivió; porque le sale, tan bien le sale que hoy puede vivir de ello, aunque no siempre fue así; y porque le divierte, tanto como espectador como cuando le toca monologar desde el escenario.   

Ezequiel Campa es el hombre detrás de Dicky Del Solar el impresentable rugbier católica y ultra conservador, homofóbico, racista que el humorista creó desde y para las redes en 2017 y que sigue explotando ante cada nueva entrega.  

Pero Ezequiel Campa no es solo ese hombre detrás de Dicky Del Solar. Es más, Dicky Del Solar es sólo un momento en la vida de este humorista nacido y criado en la zona norte del conurbano bonaerense, que antes del stand up trabajó como actor en decenas de producciones para la televisión, el cine y la publicidad. 

Este sábado, en Neuquén, y el domingo, en Roca, Ezequiel Campa presentará “Cheto y choto”, su último material, que retoma luego de la interrupción por la pandemia del coronavirus. En Neuquén, estará, a las 20, en Casino Magic, y a la misma, pero el domingo, en el Espacio Cultural de FCP de Roca. 

Conocido masivamente por Dicky Del Solar, el trabajo de Campa en el stand up no tiene que ver con ningún personaje porque, como le dirá a RÍO NEGRO, en una entrevista telefónica, el stand up es un tipo hablando en primera persona. 

“Los personajes no tienen nada que ver con lo que hago sobre el escenario, donde desarrollo mi espectáculo de stand up. ‘Cheto y Choto’ es un espctáculo clásico de stand up en el cual no están los personajes que suelo hacer, sí el mismo tipo de humor, pero es un show de stand up sin personajes”, explica.  

El nombre del espectáculo tiene que ver con un juego de palabras, pero también como el modo que muchos de describir a Campa diciéndole que es medio cheto, algo que él rechaza de plano enfáticamente.  

Pero, como sucede con ciertas observaciones peyorativas, los destinatarios de las mismas suelen tomarlas e incorporarlas positivamente. En este caso para reírse y hacer reír. AL cheto Campa le sumo el choto provocando el juego de palabras y riéndose un poco de sí mismo. 

Tanto este material como todos los anteriores surgen de una dinámica de escritura de parte del humorista: “Hace muchos años que trabajo en el stand up y estoy siempre escribiendo ideas, es una dinámica que tengo muy incorporada y por lo general son cosas que me están pasando. Por ejemplo, que tengo 45 años y no tengo hijos, hablo mucho de esa temática. El stand up es un género donde no reflexionamos demasiado acerca de la estructura del show en sí mismo porque es austero por definición. En mi caso, el humor suele ser bastante políticamente incorrecto y en eso sí se asemeja bastante a Dicky del Solar”. 

Campa comenzó como actor para el que se formó tomando clases con Raúl Serrano, Claudio Tolcachir, Julio Chávez, César Sambataro, Joy Morris, Víctor Laplace, Diego Wainstein, Ricardo Bartis y Pompeyo Audivert.  

Tras una experiencia actoral que incluyó teatro, televisión (“Todos contra Juan”, “Cita a ciegas”, “Un año para recordar”, “Epitafios”, “Lalola”, entre otros), cine (“Desmadre”, “Días de vinilo” y “La última fiesta”) y publicidades varias, Campa se apartó de la actuación tradicional como él la llama para dedicarse al stand up.  

“Yo era actor y me acerqué al género porque me parecía muy divertido y porque pensé que era algo que me podía salir más o menos bien”, confiesa. “Después, lo que sucedió fue que me di cuenta de que había una forma concreta de poder vivir de esto. Yo venía de 15 años de remarla tratando de hacer mi carrera de actor y se hacía cada vez más difícil”.   

Campa empezó a hacer stand up porque le cayó bien el género y el género empezó a crecer en Argentina. “Empezamos a vender entradas. Al principio, éramos varios comediantes que hacíamos 15 o 20 minutos cada uno y en algún momento dije me largo solo. Y hace ya unos cinco años que lo hago solo. El camino del stand up es laburar solo, agarrar tu bolsito y salir de gira”. 

Para este humorista que actualmente regresó a la tevé para protagoniza la segunda temporada de “Pequeñas victorias” por Telefe, el mundo del stand up no es tan complicado: “No es tan difícil subirse a un escenario y probar tu material, el mundo del stand up no es tan complicado. Hay bares chiquitos con escenarios donde te podés subir y probar 5 o 10 minutos. Es así como funciona el stand up en todo el mundo. Si tenés ganas y más o menos te sale, no es imposible. Si lo comparás con la tele tiene otra lógica. Acá, si la gente se ríe, entonces funciona, y no hay nada más en el medio”. Dicho esto, aclara: «Obviamente, lo que es arduo es vivir de esto. Yo estuve muchos años hasta poder vender entradas que me permitieran vivir del stand up. Por lo menos diez años remándola».  

¿Cuál es la clave, entonces? «Te tiene que gustar hacerlo aún no ganando plata. Hacer una función para siete personas en un lugar mal iluminado, que mientras hacés tu material tenés que luchar contra la coctelera de la barra… aún en esas condiciones te tiene que encantar hacerlo”. 

Aún con el fenómeno viral de Dicky Del Solar como telón de fondo, Campa sostiene que su carrera no está hecha de hitos, sino de trabajo acumulado: “Nunca tuve nada en mi carrera que pueda señalar como que con eso la pegué, lo mío siempre fue laburar, laburar, laburar… nunca la pegué con nada. Imaginate que tengo 45 años y hay mucha gente que no sabe quién soy” (risas). Aunque algo de crédito le da al rugbier de marras: “Obviamente que Dicky dio mucha repercusión, pero la vengo remando desde barcitos con 12 o 15 personas. Todo ese tiempo y ese público me hicieron mejor comediante”. 


Las entradas están en venta en Flipper (Av. Argentina 179, Neuquén) y Hey Jude (Italia 1542, Roca) y vía web a través de livepass.com.ar.


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