“Chau Elvira”
La carta destacada
Y pensar que tanta lucidez, tanta generosidad, tanta alegría y “honestidad verbal”, todo, entraba en ese metro y pico que te sostuvo en pie durante 93 años. “No era tan chiquita, me achiqué con los años”, te gustaba decir, siempre sonriente. Y lo decías, porque de tu boca salía todo tal cual lo pensabas. Sin pelos en la lengua. Ya no oías tan bien, pero hablar sí que era lo tuyo: “Y bueno, de algo hay que charlar…”.
Siempre fuerte, por tu familia. Cuidaste a tu mamá, a tu hermana “la grandota” (nunca alcancé a captar su nombre), tu querido Modesto, como contabas, y al resto. “Y lo crié a Nando”, solías recordar. Trabajadora incansable, adoradora de tus sobrinos-hijos, la luz de tus ojos; amiguera del barrio Gerli, donde viviste siempre. Porteña de alma. Coqueta. Siempre te admiré –y nunca te lo dije–, mientras volvía a oír tus historias de los años de sacrificio, de las cosas que te alegraban. Y bueno, con eso me quedo, con eso nos quedamos todos los que te conocimos y aprendimos a quererte. Tu alegría, tu sencillez… Y alcanzo a imaginar tu sonrisa si hubieras visto que el diario, que tanto te gustaba leer, hoy hablaba de vos…
Silvana Salinas, DNI 24.941.446
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