Cerrarían fronteras con Brasil para impedir el ingreso de ganado ovino

Aparecieron brotes de scrapie, una enfermedad similar al de las “vacas locas”.

El gobierno podría disponer el cierre de las fronteras con Brasil para impedir el ingreso de ovinos y productos de la especie obtenidos en el país vecino, donde se detectaron brotes de la enfermedad “scrapie” que ataca a las ovejas y que presenta sintomatología similar a la del “mal de las vacas locas”.

Voceros inobjetables del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria confirmaron que se había detectado la presencia de esos focos en el estado brasileño de Paraná, así como que se adoptarían “medidas sobre el tema en las próximas horas”.

En ese mismo ámbito, al igual que en la cartera agropecuaria nacional no se descartó que la medida más indicada fuese el cierre temporario de las fronteras con el país limítrofe, debido a que la enfermedad que afecta a los ovinos en territorio brasileño “es prácticamente la misma que diagnostica la encefalopatía espongiforme bovina (BSE)”, dijeron las fuentes.

De todas maneras, el secretario de Agricultura, Antonio Berhongaray, destacó que”no hay operaciones comerciales, ni de ovinos ni de otros productos” derivados con Brasil.

Cabe recordar que hace un mes Brasil cerró las fronteras con Argentina, luego que se denunciara un brote de aftosa en la provincia de Formosa. Pese a ello, el vecino país también cayo en desgracia ya que tuvo un brote en la zona de Rio Grande Do Sul.

Por su parte, el vicepresidente del Senasa, Eduardo Greco, advirtió que la información sobre scrapie en Brasil es “muy reciente”, por lo que “hemos pedido la ampliación de todos los detalles. Esperemos que mañana recibamos el diagnóstico de situación para tomar las acciones sanitarias que correspondan”, agregó.

En cuanto a la difusión de la noticia originada en el sur del Brasil, según confirmaron las autoridades del Senasa, los diarios de ese país no dieron ayer espacio al tema en ninguno de sus principales matutinos.

En cambio, desde el sector cárnico exportador del Brasil se especulaba ayer con la posibilidad de incrementar fuertemente sus colocaciones del rubro en el continente europeo, castigado por la presencia de “vacas locas” en rodeos bovinos de más de la mitad de los países que integran la Unión Europea.

A pesar de la importante reducción que registra el consumo de carne vacuna en Europa, así como la caída que muestran las cotizaciones de los principales cortes cárnicos que consumen los europeos, la oferta ganadera del Brasil, con bajos costos productivos, contaría con chances para posicionarse en esa plaza demandante, aunque deban encarar agresivas campañas de promoción, reconocieron ayer directivos de líderes exportadoras de Argentina, nucleados en la Asociación de Industriales Argentinos de Carnes.

Conflicto con los pollos

En medio del nuevo foco de conflicto entre ambos países que podría originar el cierre de fronteras, la diplomacia de Brasil dijo que estudia formular un pedido a la Argentina para llevar ante un tribunal arbitral el conflicto que estalló en julio del año pasado cuando el gobierno aplicó derechos antidumping a las importaciones de pollos desde ese país.

Fuentes de la Embajada de Brasil precisaron que la idea del país vecino es constituir esa instancia de resolución de conflictos en el marco del Mercosur, para que el problema se resuelva en corto plazo. “Es un tema que está en estudio, es decir, solicitar a la Argentina la constitución del tribunal, aunque todavía no hay nada cerrado”, explicó un vocero de la embajada. (DyN/AR)

Polémica por la prohibición de lácteos

La Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) estudiaba ayer la posibilidad de ampliar la prohibición de ingreso y comercialización de productos lácteos provenientes de países con el “mal de la vaca loca” o riesgo de la enfermedad, mientras el servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad Agroalimentaria (Senasa) aseguraba que “no hay fundamentos para tal prohibición”.

“Estamos reunidos para ver si decidimos extender las prohibiciones a los derivados lácteos y a ciertos cosméticos y medicamentos que sólo tenían ingreso restringido, y vamos a estudiar la posibilidad de retirar de las góndolas la mercadería ya ingresada”, confirmó a Télam María Elena Laferriäre, directora del Instituto Nacional de Alimentos (Inal).

La resolución que se adopte tras la reunión del Comité de Seguimiento de la Encefalopatía Espongiforme Bovina, del Ministerio de Salud, podría entrar en conflicto con la decisión del Senasa de rechazar la prohibición de los lácteos. “No hay absolutamente ninguna prohibición sobre la leche y sus derivados y no hay fundamento alguno para prohibirlos”, aseguró Eduardo Greco, vicepresidente del Senasa, quien además afirmó que “los lácteos son responsabilidad del Senasa y no de la ANMAT”.

Greco aseguró que “ya hemos dictado una resolución, la número 42, que establece las normas de incautamiento y abarca solamente las carnes procedentes de varios países, casi todos europeos, y los derivados cárnicos, pero no la leche y sus subproductos”.

En tanto, la directora del Inal explicó que “desde 1996 estaba prohibido el ingreso de productos cárnicos desde Gran Bretaña e Irlanda porque allí había un brote epidemiológico del “mal de la vaca loca”.

“El 12 de enero pasado, las disposiciones número 42 del Senasa y la 162 de la ANMAT extendieron la prohibición a todos los países de la Comunidad Europea y a Suiza, Rusia, Finlandia, Lituania, Omán, Polonia y la República Checa”, dijo Laferriäre.

“Desde entonces, de todos esos países no puede ingresar nada que provenga de rumiantes, ni siquiera leche”, datalló la directora del Inal, quien aclaró que “la prohición incluía a la leche, no así a los derivados lácteos o a otros subproductos, por considerarlos de riesgo no demostrado”.

“Es sobre esos derivados, como ser quesos, chocolates, cosméticos, medicamentos, galletitas o helados hechos con grasas de origen animal, sobre los cuales ahora vamos a estudiar la extención de la prohibición”, precisó.

(Télam)

¿Cómo afecta el scrapie?

Junto al BSE o enfermedad de la “vaca loca”, el scrapie es una de las principales encefalopatías espongiformes transmisibles (ETT) que afectan a diferentes clases de animales, ya que, además de bovinos y ovinos, no están exentos de estos males los felinos y algunos roedores y rumiantes.

De acuerdo con los investigadores costarricenses Hugo Villegas Olazával y Rosa Villegas del Carpio, las EET más conocidas son la encefalopatía espongiforme bovina (en vacas), scrapie (en ovejas), encefalopatía transmisible (en visones) y enfermedades crónicas de desgaste (en mulas, ciervos y alces).

Las primeras descripciones del scrapie -también denominado “tembladera del cordero”- datan del siglo XVIII.

De acuerdo con un estudio del Hospital Virgen del Camino de Pamplona (España), “las ovejas y cabras afectadas mostraban temblores y fuerte prurito” y “el análisis post-mortem del cerebro reveló espongiosis, es decir, la presencia de vacuolas vacías en el tejido nervioso”.

En 1938 los investigadores J. Cuillé y P.L. Chelle demuestran que el scrapie es transmisible.

En 1982, Stanley Prusiner (premio Nobel de medicina en 1997) crea el concepto de “prion” (sigla en inglés de “partícula infecciosa proteica) diferenciado de otros agente patógenos como virus, viroides, bacterias, hongos o parásitos. “La evidencia que las proteínas pueden transmitir una enfermedad infecciosa causó sorpresa entre la comunidad científíca”, señalan Villegas Olazával y Villegas del Carpio, en un trabajo que destaca el aporte de Prusiner a la investigación de las EET.

El “prion” es un al agente vinculado a un grupo de desórdenes degenerativos del sistema nervioso central, que comparten características patológicas crónicas y progresivas.

Según los investigadores, el elemento determinante es transmisible, se relaciona con proteínas y puede adquirirse por herencia o por una infección (ingestión de órganos contaminados, hormona del crecimiento inyectada, transplantes de córnea, procedentes de personas infectadas). Los priones están constituidos por partículas proteínicas carentes de ADN y por tanto pueden replicarse sin genes.

Se estima que el agente es más pequeño que la mayoría de los virus, y muy resistente al calor, a los rayos ultravioleta, a la radiación ionizante, y a los desinfectantes comunes que habitualmente inactivan los virus. (DyN)


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