Cautela y dudas predominaron entre los economistas

BUENOS AIRES.-Economistas de distintas tenencias expusieron ayer sus dudas sobre la probabilidad de que los acreedores accedan voluntariamente a canjear sus bonos por otros a un interés mucho más bajo que los actuales, tal como se propuso en el paquete de medidas presentado el jueves.

Algunos de ellos se mostraron optimistas en torno a las chances que tendrá el país para ir hacia su reactivación, aunque otros estimaron que las medidas son muy «relativas» y hasta las calificaron como «un dibujo» o anuncios «cosméticos».

Estas son algunas de las opiniones manifestadas ayer por los expertos:

*Roque Fernández, ex ministro de Economía: consideró que todo el paquete «es un gran dibujo que no está claro para nada». «Es un aumento del gasto y una caída de impuestos que se va a financiar emitiendo un dinero no convertible».

«Esto es peligroso, es algo que no está bien explicado como se va a financiar, y se está insinuando que se financia emitiendo Lecops y bonos que van a tener circulación en baja denominación, tratando de buscar la forma que sea lo más parecido al dinero, y esto obviamente no va a ser convertible a dólar».

En cambio, le pareció «interesante la eliminación de impuestos del trabajo, la eliminación de aportes patronales e incluirlos como pago a cuenta del IVA» aunque acotó que «lamentablemente tienen un costo fiscal, y si no existiera el lado negativo del costo fiscal que significan estas medidas, yo las apoyaría plenamente». También observó que «se está planteando un aumento de erogaciones en la parte que se llama Plan Social, y no nos están diciendo qué otras áreas van a cortar».

*Claudio Lozano, economista de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA): con las nuevas medidas, «vamos a tener un ajuste nacional con la eliminación del Fondo de Incentivo Docente, con ahorro en los planes sociales y manteniendo la reducción de salarios y jubilaciones y ajustes sobre los estados provinciales».

Estimó que «la ayuda universal «revolucionaria» de Patricia Bullrich, de 30 pesos por hijo, es francamente una versión sancochada de lo que son las estrategias serias de ingreso de la ciudadanía: ser baja de 18 a 14 años (la asignación por hijo), se eliminan varias asignaciones que se percibían, y esto se financia con la reducción de las asignaciones familiares para las capas medias, y en la práctica, lo que hay es un ajuste importante de los gastos sociales, ya que también se eliminan los Planes Trabajar». En cuanto a la anunciada reducción de aportes al sistema jubilatorio, consideró que «es incorrecto caracterizarlo como un incremento del salario, porque en realidad es una reducción de la jubilación futura».

* Martín Redrado, de la Fundación Capital: tanto la reducción de aportes personales al sistema jubilatorio, como los descuentos de las compras con tarjeta de débito (la que se usa para acceder a cajeros automáticos, no la de crédito) tendrán «un impacto relativo en el bolsillo de la gente» y «son medidas casi cosméticas».

Agregó que si el canje de la deuda «se hace bien, tenemos chance de que nos vuelvan a creer en el mundo», pero estimó que para que resulte exitoso, las garantías sobre la recaudación que se darán a los tenedores de títulos de deudas «deben salir de un fondo específico, separado, y la primera etapa debería hacerse con los tenedores locales».

* José Luis Espert: «lo que se anunció ayer es el principio del fin de la convertibilidad, es prácticamente que se va a «defaultear» la deuda, porque nadie en su sano juicio voluntariamente va a aceptar un bono con una tasa de interés del 7 por ciento, con una garantía como la que ha propuesto el ministro, que es una recaudación que se ha desplomado». Para Espert, los tenedores de bonos no tienen «ningún incentivo» para aceptar bajar las tasas, y por eso insistió en que «lo que viene después de esto es el default, en algún momento de los próximos meses».

* Jorge Remes Lenicov, diputado justicialista: «está muy bien la renegociación de la deuda y los elementos que se han planteado para mejorar los ingresos de los trabajadores, y aligerar el tema de las deudas de las empresas de las garantías locales, para nosotros es fundamental acuerdos con países desarrollados, en particular con Estados Unidos y organismos internacionales, para darle cobertura de garantías internacionales».

«Me gusta el enfoque»

El economista Javier González Fraga evaluó ayer como «positivas» las nuevas medidas económicas lanzadas por el Gobierno nacional, aunque advirtió que «no tendrán una recepción espectacular en los mercados».

Fraga manifestó, además, su deseo de que el nuevo paquete sea la base de «medidas más concretas y negociaciones más firmes», y subrayó la importancia de que el ministro de Economía, Domingo Cavallo, «se sienta apoyado por el Presidente en las negociaciones que está haciendo».

El economista elogió «el enfoque» del plan y apoyó la decisión de integrar la ANSES, el Pami y la AFIP; la rebaja de los aportes previsionales de un 11 a un 5 por ciento, y la renegociación de la deuda externa.

«Faltan muchas precisiones, pero sin ninguna duda me gusta el enfoque. Creo que estoy muy de acuerdo con plantarse para bajar el costo de la deuda», señaló.

En declaraciones a radio 10, Fraga consideró «muy franco» el discurso utilizado anoche por el presidente Fernando de la Rúa para dar a conocer las medidas.

Economía: Beneplácito de tributaristas

El ex director de la DGI, Luis María Peña, y el tributarista Guillermo Fernández, del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, coincidieron ayer en calificar como «muy positivo» el anuncio de que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) será próximamente una entidad completamente autónoma del Ministerio de Economía.

Todo el ambiente tributario festejó como un triunfo inesperado la medida adelantada ayer por el Presidente Fernando De la Rúa.

Peña dijo que «tiene que tener un presupuesto acorde a la recaudación, que podría ser un 2% de ese monto, lo cual incentivaría la eficiencia y permitiría instrumentar nuevos planes de control». Fernández, por su parte sostuvo que «será complicada la disminución del IVA a las tarjetas de débito, por el despliegue técnico que exige y la poca generalización que tiene su uso hasta ahora».