…Y los docentes, ¿dónde están?
Victoria Elena Giachino, DNI Nº 6.173.043
Maestra Normal Nacional, jubilada.
Hace poco más de ochenta años, José Ortega y Gasset, en una conferencia en la ciudad de La Plata, Provincia de Buenos Aires, pronunció una frase que aún hoy tiene vigencia: “Argentinos, a las cosas, a las cosas”.
Este filósofo y ensayista español alentaba a los argentinos a despojarse de cuestiones personales: que se abrieran a la resolución de cosas, se preocuparan y ocuparan de ellas, que trabajaran sus potencias espirituales como claridad mental y curiosidad. Lo decía en 1.939, cuando España sufría por un grave conflicto tal como era la guerra civil.
Los docentes son argentinos en conflicto. En este momento histórico, podemos usar una frase similar: Docentes, a las aulas, a las aulas, porque allí son imprescindibles. Allí está su lugar de trabajo, donde se enseña, donde se valora al educando como tal, donde los alumnos los esperan para sentirse tenidos en cuenta.
Ellos no entienden acabadamente de problemas salariales. Esto es complejo. Lo que sí comprenden muy bien es que los Docentes son importantes en su vida, porque de ellos depende su aprendizaje. No los malogren dejando aulas vacías.
Si el Docente no ayuda con su voluntad, su vocación, su preparación académica, no esperemos tener generaciones exitosas, sino ignorantes fácilmente dominables y sin actitud crítica.
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