Vivir con calma
Justo a tiempo, pero sin apuro, con una prisa sin sofoco para llegar a tiempo.
Un andar que no olvida nada y que aguarda y que aguarda el momento del encuentro consciente y entero. La apacible calma…
La calma produce lucidez de espíritu y una fina percepción del entorno que nos engalana.
Cautela y entrega son los pilares de una conciencia que se goza en la calma y la cordialidad.
Trae calma la convicción de estar obrando bien. Es con calma que debemos empezar, seguir y terminar.
Calma de espíritu y atención alerta, abierta y consciente. La calma trae más calma…
El gozo en la calma nos serena y nos brinda un estado de espíritu que revela el bien en cada ocasión.
Si estamos tensos no nos desanimados y esperemos en Dios con el corazón en paz, Paz y bien…
Alberto Félix Suertegaray
DNI 14.169.481
General Roca
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