Veredas ajenas

Por Carta de lector

Roque Acerenza

ROCA

Entre los comerciantes que colocan sus sillas, mesas, carteles, cercos y macetones en las veredas; los vecinos que no las limpian o dejan por semanas sus escombros y materiales de construcción; otros que no recogen los excrementos de sus perros; aquellos que suben sus autos sobre las veredas a modo de garaje, taller mecánico o para lavarlos; los que trabajan o exhiben productos sobre ellas… nos quedamos sin otros paso peatonal que no sea la calle, con los peligros que conlleva.

Creo que se hace necesario poner un poquito de control a un espacio público de parte de las autoridades de la Municipalidad.

Cuidar ese espacio público y permitir un tránsito fluido para todos los ciudadanos (sobre todo para aquellos que tienen discapacidades físicas) es una responsabilidad que tiene que ser compartida por todos: las autoridades, haciendo cumplir las normas vigentes que establece, y nosotros, los vecinos, aceptando las disposiciones vigentes.


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