Tragedias evitables

Enrique Omar Driussi
Neuquén

Como todo argentino, me siento triste por la muerte de los soldados en el accidente del camión del Ejército Argentino en San Martín de los Andes, por fallas mecánicas. Pero esa tragedia era evitable, si esos mismos soldados hubieran sido transportados en vehículos especiales para caminos de montaña, como lo hacen los países serios.

También sentí tristeza e impotencia, cuando murieron los tripulantes del ARA San Juan, un viejo submarino alemán con tecnología obsoleta. Todos ellos estarían vivos si hubieran utilizado un submarino nuclear, como los de la Armada de EE.UU.

Pero eso no esto todo, muchos pilotos de la Fuerza Aérea han perdido la vida en accidentes con aviones viejos y reparados, en lugar tripular F-18 americanos o los modernos cazas franceses Dassault Rafale. Mientras tanto, el presidente Alberto Fernández se pasea por el mundo en un avión presidencial que le costó a la Argentina US$ 28 Millones de Dólares. ¿Cuándo van a entender los políticos que las verdaderas prioridades en equipamientos corresponden a las fuerzas de seguridad y de defensa del Estado, en lugar de malgastar los fondos públicos en caprichos ideológicos?