Torturador silencioso
Laura Montilla
BARCELONA
Podemos llamar al bullying como un torturador silencioso. Y en ocasiones, podemos reconocerlo también como un discreto asesino. El acoso escolar sigue existiendo y no parece que vaya a desaparecer en un periodo corto de tiempo.
Sigue siendo un problema muy grave que afecta a muchos niños y jóvenes en esta etapa, cuando debería ser la época más feliz de sus vidas.
Apuesto a que muchos de nosotros podemos afirmar que hemos sufrido algún tipo de agresión verbal o física cuando éramos pequeños, en casos puntuales. Sin embargo, hay personas que lo viven como una realidad constante.
Actualmente, al bullying lo conocemos de otra manera porque se ha puesto una careta y ha cambiado su forma de ataque: se esconde detrás de una pantalla. Debemos considerar a los atacados como víctimas de un claro maltrato, sea de cualquier modo.
Solo espero que todas las personas que sufran este daño puedan seguir adelante de la mejor manera posible, buscando ayuda y dando voz a miles de personas silenciadas.
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