Por una nueva ley de alimentación escolar
Aldana Serra
BUENOS AIRES
Hablemos de la comida que se da en las escuelas:
El sistema de alimentación escolar hoy no funciona.
En las primarias públicas miles de niños y niñas se quedan sin comer porque dicen que la comida es dura, fea o la fruta está pasada, y todos los años muchos de ellos terminan en el hospital intoxicados, pero nada cambia. En la secundaria el menú de todos los días es sandwich de paleta y queso.
Y recordemos que, salvo algunas becas, las familias debemos pagar por esta comida, la cual no podemos elegir ni cambiar.
¿Cómo funciona el sistema hoy?
El GCBA contrata empresas a cargo de: comprar los alimentos, elaborarlos, transportarlos y más. Las empresas se eligen en concursos en los que tienen más puntos los que ya trabajaron con el GCBA, mientras que haber tenido infracciones o multas ni siquiera se evalúa.
La alimentación de nuestros hijas e hijos debe dejar de ser un negocio, y debemos exigir una mejor calidad y nutrición de su alimentación, ya que los que van a escuela pública -jornada completa-, comen allí la mitad de sus raciones diarias de comida (o en algunos casos única), durante 12 años, sin contar el jardín de infantes y educación inicial. Los más importantes de su crecimiento y desarrollo.
El viernes 22/4 la Legisladora Ofelia Fernandez, presentará un proyecto de ley en la Legislatura porteña, para proponer cambiar el sistema de alimentación en las escuelas, con éstas como algunas de sus premisas:
– Que las empresas infractoras o con multas no puedan seguir concursando ni prestar servicios.
– Que la fruta y la verdura sea de calidad provista por pequeños productores agroecológicos, y el incentivo en la compra de alimentos a pequeñas y medianas empresas.
– Que el acceso al comedor y a las viandas sea Universal.
– Que haya una comisión interdisciplinaria formada por: especialistas en nutrición y miembros de la comunidad educativa entre otros, que controlen y supervisen el menú y calidad de los alimentos, así como también la implementación de una alimentación que siga pautas saludables y responsables.
Reclamemos una nueva ley de alimentación. Que se debata en la legislatura, que salga la mejor ley que podamos tener, pero que lo que hoy tenemos se cambie ya.
Nuestros niños y niñas necesitan, y se merecen, la mejor alimentación.
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