Nos metieron el perro
Ricardo Dougall, DNI 10.532.537
Neuquén
Hay una frase popular que expresa un engaño o fraude contra las personas: “me metieron el perro”. Y créase o no, el municipio de Neuquén, en complicidad con la cooperativa local de electricidad “nos metió el CAN”, sinónimo de perro.
Pero expliquemos en pocas palabras qué es este nuevo perro: Es un proyecto de Centro Ambiental ubicado aparentemente en un lugar de nuestra vasta meseta incorporada al ejido municipal, de allí su denominación CAN. Consiste en un basurero regional de grandes dimensiones, donde se reciclará la basura de varios municipios. Este proyecto, del cual la población no tiene ni idea, ni conoce el monto de la inversión para tal emprendimiento, ni su plazo de ejecución, será financiado por ¡los medidores de la ciudad de Neuquén!
Es así que una obra pública que debería realizarse con otro tipo de fondos, obviamente pagados por los contribuyentes a través de impuestos, lo pagará un selecto grupo de medidores de Calf y no el grueso de los habitantes de la ciudad. Muchos de estos medidores tienen por distintas razones, un solo titular, con lo cual se comete una injusticia de grandes proporciones al cargar sobre el contribuyente dos, tres o más veces esta especie de tasa que en definitiva la pagan todos, ricos y pobres. ¡Viva la igualdad!
Municipio y CALF, sociedad perfecta para complicarle la vida al vecino. En síntesis. No es una tasa, no es un impuesto, no es una tarifa, no es un canon. Señores, ¡el CAN es un perro! Muchachos, hora de despertar, no es posible que nos tomen el pelo de esta manera tal burda. Como socios de la Cooperativa y contribuyentes de la ciudad debemos reaccionar.
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