Nadie los oyó gritar

Diana I. Malaccorto, DNI 6.044.445
General Roca

Nadie quiso ver que normalmente un niño no grita como con certeza ellos lo hicieron.

Nadie pensó en la posibilidad de sacarlos de las manos de sus torturadoras. O no se atrevió.

Nadie se salva solo…. a si mismo

Aplausos para Nadie

Sería bueno que cada uno de los vecinos, cada una de las instituciones por las que transitaron, cada una de las personas que en algún momento pudieron al menos brumosamente sospechar lo que pasaba; que cada uno de ellos, digo, sepa que son cómplices.

Que no son humanos, en el sentido que definimos la humanidad, que esos seres monstruosos no estuvieron solos, que hicieron lo que hicieron, fundamentalmente, porque pudieron.

Porque nadie hubo que lo impidiera, pusiera una barrera, protegiera a esos niños; que los arrancara de sus garras…

¿Y saben qué? Pasa continuamente: el horror de la muerte, la vejación, la tortura; y el horror del hambre, del frío, del desamparo y del desamor. Y pasa con cosas menores, pero la indiferencia es exactamente la misma y está en todos lados.

Pobre de nosotros, ojalá nunca necesitemos que Nadie nos ayude.

Bienvenidos a la Tierra de Nadie


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