Los platos rotos y los dinamarqueses

Julián Alvarez DNI 7.574.027

ZAPALA

Aunque algunas minorías discuten si hay que reponer la vajilla o dejar los platos rotos por el suelo, parece que la gran mayoría sostiene que los platos hay que pagarlos. Por eso resulta que la discusión se ha trasladado a resolver quién, finalmente, tendrá que hacerse cargo.

También se “percibe” casi una resignación mayoritaria en que pagarán los que siempre pagan, es decir, la población en general, con consecuencias más graves para los más, es decir, para los que tienen menores ingresos o ninguno. Daños un poco menores para el sector con algunos recursos y ningún costo para los que siempre se las arreglan para no pagar nada.

No faltan tampoco calificadas voces que reclaman una investigación seria y detallada acerca de los autores “materiales y responsables”, diría un Juez, del desastre. Eso mostraría al menos, una justicia aunque sea “en grado de tentativa”. El problema es el potencial “diría”, porque parece muy difícil que algún juez diga algo.

Todo sumamente triste y desgraciado.

Sin embargo, debiéramos rescatar algo de esta catástrofe. Además de la responsabilidad mayor de los autores -y beneficiarios-, además de la -un poco- menor de los que contribuyeron con sus errores al resultado electoral que llevó a Mauricio y su banda al poder, hay una responsabilidad, quizás menor, pero no por eso olvidable.

Esa responsabilidad es de los argentinos que lo votaron, evidentemente con total irresponsabilidad. Es decir, que argentinos -y argentinas, como se suele decir- lo llevaron a la presidencia. El pueblo argentino -gran parte de él- rompió los platos, y lo vamos a pagar todos, muy caro. Los dinamarqueses no se van a hacer cargo.

Al menos debería servir de experiencia para los que así votaron, y también para los que “no entienden nada de política”, los que “no se meten”, los que dicen que “les da lo mismo, porque igual tienen que trabajar”, los “cómodos” que miran para otro lado y muchos más.

El covid nos enseñó que nadie se salva solo. Mucho antes Perón nos había dicho que nadie se realiza en un país que no se realiza.

A veces tenemos que aprender de las desgracias. Al menos aprovechemos esta oportunidad.