Lo legal y lo legítimo
Jorge L Fernández Avello, DNI 12.862.056
San Carlos de Bariloche
Supongamos por un instante que alguien a quien le pedimos dinero, que usaríamos para construir nuestra vivienda, nos da una parte del mismo, una pequeña parte, y nos dice ¡No hay más.! Sabemos entonces que con ese dinero no podemos hacer nuestra casa, y nos quedan dos caminos: o lo devolvemos o intentamos hacer algo. Elegimos quedarnos con el dinero, hacerlo trabajar financieramente y vamos usando ese capital, más otros préstamos y construimos nuestra casa. Esto lo puede hacer cualquiera de nosotros, pero no un funcionario público y no me parece mal que existan reglas más estrictas para los funcionarios.
Resulta ser entonces que de un plan de 900 viviendas, que le correspondían a la ciudad de Bariloche, un día aparecen fondos que según he leído, no servían para concluir esta obra, y es más, se avisaba que el Gobierno nscional (Macri) daba de baja los aportes.
Este caso de los fondos, involucró a muchos otros intendentes. Algo legítimo, pero aparentemente “ilegal”, de acuerdo a una causa que se le inicia al exintendente y como digo, a muchos más.
Lo concreto es que hoy esas viviendas están hechas, pero según la justicia el intendente no procedió bien y violó las reglas, al colocar el dinero de los contribuyentes a plazo fijo. Como creo en la justicia, tal vez tengan razón, cosa que se verá en el juicio. Es entonces que me surge aquello de legal y legítimo, me pregunto a modo de reflexión si se eligió lo legitimo de lo legal La principal diferencia es que el concepto de legítimo o legitimidad hace referencia también a una consideración ética y moral. Es decir, que es un concepto jurídico, pero también moral. Dice el dicho que para hacer una tortilla hay que romper huevos, luego vendrán los cocineros que nos dicen si usamos la mejor técnica para hacerlo, pero a veces es mejor hacer que decir.
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