Las “charlas” de Milagro Sala
Beatriz Susana Rodríguez
NEUQUÉN
Solo un ingenuo puede creer en las justificaciones de Milagro Sala al señalar que viajaba “para dar charlas” en los vuelos que realizaba al exterior (aparentemente más de 80) junto a su enorme comitiva, a la que la obligaba a llevar 10.000 dólares cada uno, según denunció su ex mano derecha Mirtha “Shakira” Guerrero. Ingenuo pensar que lo hacía porque “estoy jodida de plata”.
Esperemos que las revelaciones de Guerrero y del otro arrepentido de la Tupac Amaru, denunciadas a la Justicia, sirvan para que, quienes aún creen en la fábula de la “presa política”, se convenzan de que el único lugar posible para esta dirigente es la prisión.
Esto va para el Papa Francisco, que la ha recibido con rezos y rosarios. Y para el presidente Alberto Fernández que destinó un viaje, que pagamos nosotros, para encontrarse con ella y fundirse en un abrazo, en la mansión de Jujuy donde cumple domiciliaria.
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