¿La sequía es sólo para el FMI?
Confederación Rural Argentina
Buenos Aires
Con amplia difusión pública, el Fondo Monetario Internacional, aprobó metas del acuerdo que sostiene con el Gobierno Nacional y dispuso algunas modificaciones, que resultaron posibles, conforme lo destaca el propio FMI, por la sequía que azota al país y los graves problemas que la misma ha ocasionado.
Resulta paradójico que mientras los productores bregan incansablemente detrás de mitigar los efectos catastróficos de la seca y deben gestionarse declaraciones de emergencia tanto provinciales como nacionales, o sea mientras la maraña de la burocracia, los consume, el propio Gobierno, que reconoce el efecto sequía en el exterior, los obliga al peregrinaje.
Desde todos los ámbitos se ha descripto incluso en números, los efectos de la sequía, las proyecciones de cosecha, las pérdidas de stocks de hacienda, las dificultades de financiamiento de futura siembra, la merma de ingresos, la imposibilidad de pagar los alquileres, la caída de ingresos en las cadenas de cada materia prima, el impacto económico de pueblos y ciudades por merma de actividad y hasta el propio abastecimiento del consumo interno, todo ello producto de la sequía, sin embargo frente a esa catástrofe largamente anunciada, el Gobierno Nacional responde con tibieza y anuncios que no se concretan y que tampoco se dirigen a la raíz del problema.
Tipo de cambio unificado, presión impositiva, política crediticia, derechos de exportación, no están en el lenguaje en que el Estado enfrenta a la sequía, pese a que utiliza ésta para mejorar su perfil externo y suelta la mano a sus productores. Utilizarla como argumento para el FMI e ignorarla al momento de tomar medidas para los productores es una nueva burla.
(Texto reducido)
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