La paradoja de los prisioneros
Fabián Wotnip
Buenos Aires
La paradoja de los prisioneros, un concepto central en la teoría de juegos, muestra cómo dos individuos, con un interés común, pueden tomar decisiones que les perjudican debido a la falta de confianza y a la interpretación errónea de lo que les conviene a largo plazo. Este concepto es aplicable a la situación de la Ley Nacional de Salud Mental 26.657 en Argentina, que, aunque fue diseñada con buenas intenciones, ha creado una trampa que sacrifica el bienestar de los pacientes y la dignidad de los psiquiatras.
La ley, al intentar limitar la internación involuntaria y restringir la intervención psiquiátrica, ha generado un vacío de poder en el sistema de salud mental, dificultando el acceso a tratamientos adecuados y desmotivando a los psiquiatras, que se ven criminalizados por sus intervenciones. Esto pone en riesgo a los pacientes, quienes carecen de los recursos necesarios para una atención adecuada. Así, la falta de cooperación entre legisladores y profesionales de la salud está perjudicando a ambos.
La criminalización de los psiquiatras es una amenaza tanto para los profesionales como para la sociedad. Estos médicos, expertos en el tratamiento de enfermedades mentales, deben poder ejercer su labor sin temor a represalias. Continuar por este camino llevará a una mayor desprotección de los pacientes y podría incluso normalizar situaciones extremas, como las que ocurrieron en regímenes totalitarios.
Argentina tiene la oportunidad de reformar su legislación de salud mental de manera que respete tanto los derechos de los pacientes como la autoridad de los psiquiatras. Una reforma debe equilibrar ambos aspectos, garantizando la atención adecuada a los pacientes sin criminalizar a los profesionales de la salud. Este cambio es crucial para evitar retroceder a épocas de persecución de los médicos y para asegurar un sistema que promueva el bienestar de todos.
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