Herramienta contra el acoso callejero
Ailin Aroca Coordinadora provincial de Mumalá
Se entiende por acoso sexual callejero a la violencia contra las mujeres en el espacio público, consiste en las acciones físicas o verbales con contenido sexual contra una persona que no quiere participar de esas acciones. El acoso sexual se basa en el género o en la identidad sexual de la persona que sufre el acoso. El acoso sexual callejero se castiga porque afecta la dignidad y los derechos fundamentales de la persona acosada. La persona acosada sufre un ataque a su libertad, integridad y derecho de libre tránsito. El acoso sexual causa intimidación, hostilidad, degradación, humillación y un clima ofensivo.
Son acoso sexual: los comentarios sexuales, las fotografías y grabaciones hechas sin tu consentimiento, el contacto físico indebido y sin tu consentimiento, la persecución o arrinconamiento, la masturbación, mostrar partes íntimas del cuerpo, los gestos obscenos.
Cualquier lugar puede ser escenario de acoso: el transporte público, una calle oscura, un estacionamiento o un parque a plena luz del día. Las mujeres tienen mapas mentales de por dónde es más seguro pasar y cambian sus comportamientos en función de ello; en definitiva, su libertad de movimientos está restringida.
Y aun así, pueden sufrir rozamientos con intención sexual en un autobús o encontrarse con lo que comúnmente se llama un “exhibicionista” en un parque.
Es por estos motivos que a través de estas charlas intentamos visibilizar esta problemática y que a través de la discusión logremos herramientas para poder frenar este problema que es de siempre en la las mujeres, nuestras abuelas, madres, nosotras y nuestras hijas seguimos siendo víctimas de estos abusos a lo largo del tiempo. Nuestra intención es que este sea un primer taller para luego continuar charlando del tema en escuelas y barrios.
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