Funcionarios sesgados
Gimena Cabrera Elosi
BUENOS AIRES
Con la crisis en el gabinete del Gobierno nacional nos dimos cuenta de que estábamos en manos de funcionarios regidos por la ideología y no por el deber del bien común hacia la ciudadanía.
Elizabeth Gómez Alcorta, ahora ex ministra de Mujeres, compartía los mismos sesgos de la exonerada titular del INAI, Magdalena Ordarda. Ambas se constituyeron en firmes defensores de los delincuentes -no mapuches- que usurparon los predios de Villa Mascardi. La primera dijo que se iba del cargo porque las acciones de desalojo de las fuerzas federales, ordenadas finalmente por el ministro de Seguridad Aníbal Fernández, “me resultan incompatible con los valores que defiendo”.
Dijo también Gómez Alcorta que se alejaba preocupada por la detención de varias mujeres en el sur. “No tienen abogados. Eso es gravísimo”.
Al parecer, ella y la extitular del INAI no tenían el mismo pensamiento cuando, en marzo de 2021, mujeres wichis embarazadas escaparon al monte formoseño en oportunidad en que fuerzas provinciales entraban a sus comunidades originarias con el fin de trasladar a esas mujeres a los centros de “aislamiento” como parte de las medidas implementadas por la pandemia de Covid-19.
Tras dar a luz, esas mujeres eran separadas de sus bebés.
No hemos visto que el ministerio de Mujeres haya denunciado los atropellos y procurado abogados para defender a esas víctimas.
Esperemos solamente que no vuelvan a elegir funcionarios/as con sesgos tan proclives a grupos violentos y tan lejanos a los ciudadanos perjudicados por el derecho a tener una propiedad y a transitar.
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