El interminable laberinto burocrático para poder adoptar
Ivana Loncharic Haag Licenciada en Enfermería
LUIS BELTRÁN
Junto con saludarlos y agradecer este espacio, quiero contar nuestra historia como familia inscripta para adoptar.
Nuestra familia está compuesta por un matrimonio con un niño de 8 años, los dos somos profesionales con un trabajo estable, vivimos en Luis Beltrán, Río Negro. Hace 10 años nos anotamos para adoptar, con la ilusión de dar una familia a tantos niños en situación de adoptabilidad. Los trámites los iniciamos en el Juzgado de Choele Choel, que en ese momento era el más cercano. En 2012 nos visitó una asistente social del Poder Judicial de General Roca y allí también nos hicieron las pericias psicológicas. Nos informaron que teníamos el apto, que ya estábamos en el padrón para adoptar, siempre nuestra disponibilidad fue para un grupo de hermanitos. Todos los años renovamos esta inscripción, asistimos a los talleres obligatorios de la temática y nos volvió a visitar la asistente social. Nunca nos llamaron para iniciar una vinculación. En 2018 me comunico con el Poder Judicial de General Roca y me dicen que no figuramos en el sistema y que había cambiado el Código Civil. Nuestro legajo no estaba. Volvimos a hacer otra vez todos los papeles.
En agosto del 2021 nos anotamos en 3 convocatorias públicas de CABA, (dos grupos de 4 hermanitos y un grupo de 3 hermanitos de 3 a 11 años) , el último recurso para que los niños puedan tener una familia.
Quedamos seleccionados en 2 convocatorias y nos llamaron desde CABA, nos volvieron hacer las pericias psicológicas y otra vez vino la asistente social a casa. Hasta la fecha no hay una respuesta concreta acerca de iniciar una vinculación con los niños. Es muy triste que haya tanta burocracia para adoptar y tantos niños en “hogares de menores” soñando con una familia. Me gustaría hacer pública esta situación, de todos los pasos burocráticos que hacemos hace más de una década, porque me parece que lo que menos se tiene en cuenta son los derechos de los niños, el derecho de vivir en una famillia que pueda satisfacer sus necesidades básicas, pero sobre todo el amor que tanto les hace falta, el derecho a tener una nueva oportunidad de cambiar el rumbo de sus vidas.
Ojalá algún día en nuestro país cambien las leyes y estos niños en situación de vulnerabilidad no permanezcan tantos años en hogares, siendo privados de sus derechos
Ojalá en el Poder Judicial se realicen los trámites sin tantas vueltas, para que más familias como la nuestra puedan adoptar.
¿Por qué tiene que pasar una década o más si lo único que queremos es hacer un acto de amor con quienes mas lo necesitan?.
Sin otro particular los saludo atentamente.
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