Docentes rionegrinos, invisibles y sacrificados
Joaquín Liendaf, DNI 26.257.071, Profesor de Educación Secundaria en Informática. Nacido y criado en Río Negro
CHOELE CHOEL
La presente carta es un llamado a gobernantes y órganos de decisión correspondientes: La labor docente en Río Negro enfrenta una serie de desafíos que merecen nuestra atención y acción inmediata. Es evidente que la situación actual perjudica especialmente a los docentes nativos, nacidos y criados, de la provincia, por lo tanto, es imprescindible abordar esta problemática mediante una revisión inmediata del estatuto docente.
Uno de los aspectos más controvertidos es la falta de exigencia de residencia para los docentes provenientes de otras regiones. En un contexto donde las oportunidades para estudiar un profesorado se han ampliado considerablemente para los nacidos y criados en Río Negro, esta situación resulta claramente injusta y debe ser reconsiderada.
El camino hacia la docencia no es fácil, implica grandes sacrificios. Muchos rionegrinos asumen este desafío y se enfrentan a largas distancias e incluso se mudan a localidades con Institutos de Formación Docente. Además de invertir una cantidad significativa de dinero, dedican un valioso tiempo que en muchos casos se ve restado de su vida familiar y social.
Si bien en la última década ha habido un crecimiento en la oferta educativa relacionada con la formación docente en Río Negro, persiste la frustrante realidad de que las oportunidades laborales para los aspirantes locales se ven limitadas debido al rápido y simple ingreso de docentes migrantes con títulos 9 y profesionales con incumbencia de otras provincias.
Es cierto que en el pasado las opciones para aspirar a títulos docentes en nuestra provincia eran insuficientes, pero esta situación ha cambiado en los últimos años con el incremento en la oferta de profesorados en diversas áreas. A pesar de ello, la persistente desigualdad dificulta el acceso de los rionegrinos a la docencia, a pesar de su dedicación y esfuerzo invertidos en su formación.
Es crucial tomar medidas concretas para corregir esta situación. Priorizar a los docentes rionegrinos en la asignación de horas y cargos en la provincia es un paso fundamental para equilibrar la balanza. Esto no implica cerrar las puertas al intercambio y la diversidad, sino asegurar que los profesionales locales cuenten con las mismas oportunidades que aquellos que provienen de otras regiones.
Promover una política educativa que valore y priorice a los docentes formados en Río Negro resulta esencial para reconocer su dedicación y esfuerzo en la consecución de sus metas académicas y profesionales.
La calidad de la educación en nuestra provincia podría verse directamente beneficiada por la presencia de docentes comprometidos y arraigados propios de nuestras comunidades. Es vital proteger y valorar a nuestros profesionales de la educación, brindándoles las condiciones necesarias para alcanzar su desarrollo profesional de manera justa y equitativa. Solo así podremos construir un sistema educativo sólido y promover el crecimiento y el bienestar de las futuras generaciones, quienes constituyen el cimiento de nuestro futuro como sociedad.
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