Defender la universidad pública

César Augusto Lerena, DNI 8.704.230
Buenos Aires

No comparto el mensaje del Gobierno que denosta a la universidad pública. Soy el resultado de la educación pública primaria, secundaria y universitaria, gratuita y de excelencia. Cursé el primario de guardapolvo blanco.

El bachillerato agropecuario de la provincia de Buenos Aires (cuya Escuela se fundó en 1904) me suministró gratuitamente vivienda, alimentación y capacitación, de otro modo no hubiese podido ser bachiller especializado. Gracias al comedor universitario, las becas del Instituto Nacional de Educación y la universidad gratuita pude ser un profesional -modestamente- destacado, que he aportado y aporto a mi país la capacitación recibida, a pesar de tener varias ofertas para radicarme en el exterior.

Hay cientos de ejemplos en la Argentina (y los sigue habiendo sin solución de continuidad) de desprecio por el conocimiento; pero hay millones de argentinos muy capacitados por la universidad pública prestando sus servicios profesionales en las organizaciones y empresas de Argentina y de excelencia en los países desarrollados, donde cualquier universidad cuesta miles de dólares mensuales.

Sí a la universidad y sí, como cualquier otra actividad, a la auditoría de sus gastos.

Desfinanciar la universidad pública es limitar el acceso de unos pocos a la capacitación y perfeccionamiento y, es profundizar el atraso tecnológico y la dependencia nacional. Es un proyecto de colonización del hombre/mujer y la cultura nacional.


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